(imagen de la red)
Quizás sea la edad,
quizás la melancolía, la duda;
quizás necesidad, locura;
tal vez embriaguez, descenso;
quizás la sangre que corre,
esos pechos que tanto dicen,
ese vibrar que tanto clama,
ese fuego que arde en deseo,
que despierta intenso sexo,
que hace arquear gimiendo
que se funde en su orgasmo
libera, juega, desarma, llega,
infinita y sensual plenitud
irresistible regalo de la vida.
Rosa Mª Villalta Ballester
Tantas cosas pueden desencadenar el deseo, el regalo es poderlo saciar. Me gusta este poema, distinto.
ResponderEliminarUn beso dulce Rosa.
Eso es Dulce, he querido expresar que poder saciar el deseo es un regalo de la vida.
EliminarGracias por tu visita y tus palabras.
Saludos.
Hola
ResponderEliminarGostei do seu poema, da sua construção e do tema
Me alegra verte de nuevo por el blog
Gracias por tu aportacio
esperando que estes bien
Besos
Gracias Anna,
Eliminartambién agradezco tu visita y tus palabras.
Saludos.
Me alegra que la vida sea generosa contigo.
ResponderEliminarBesos.
Amapola,
Eliminaragradezco tu visita y tus palabras aunque la realidad puede ser muy diferente.
Saludos.
Sentir y saciar ese deseo es un regalo de la vida como tu dices. Me quedo pensando en tus letras. Saludos.
ResponderEliminarGracias Sandra por tu visita y tus palabras.
EliminarSaludos.
Me encanta tu poesía erótica, Rosa. Te sale tan natural y sincera, tan tuya, diría, que la haces distintiva de tu personalidad.
EliminarAbrazo inmenso, amiga.
Gracias Carlos,
Eliminarme alegra que te guste.
Saludos.