Seguidores

Mostrando entradas con la etiqueta Decisión. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Decisión. Mostrar todas las entradas

jueves, 30 de julio de 2020

DETÉNTE

Cuando la tristeza te domine, deténte.
Si la amistad y el amor no existe.
Si el ayer es tu presente y no vives.
Si lo que tienes no lo percibes.
Si amas pero amor no recibes.

Cuando el miedo te paralice, deténte.
Respirar es moverte sin esfuerzo.
Pensar es dudar cualquier intento.
Errar forma parte de un proceso.
Seguir se sigue aun no queriendo.

Cuando la euforia te abrace, deténte.
No existe un final sin un principio.
No hay una mentira sin una verdad.
No hay tormenta que calma no tenga.
No hay ayer sin finalizar en un hoy.

Cuando la enfermedad acabe, deténte.
Prevenir es la mejor forma de sanar.
Prescindir de lo innecesario esencial.
Cuidar del medio ambiente, vital.
Usar con atención lo preciso, ideal.

Cuando el conflicto aparezca, deténte.
La diversidad es parte de la totalidad.
La inclusión no es palabra sino acción.
La política ha de reciclarse sin duda.
La sociedad no es ni juego ni lucha.

Cuando la ausencia acompañe, deténte.
Porque la soledad se puede aprovechar.
Porque el desamor es ausencia de amar.
Porque amar implica aceptar el desamor.


Rosa Mª Villalta Ballester



lunes, 1 de junio de 2020

PÉRDIDA





Perseguir lo inalcanzable,
quemar confiadas máscaras,
enterrar la tardía esperanza,
despedir vida sin ser vivida.

Rosa Mª Villalta Ballester

lunes, 6 de abril de 2020

domingo, 29 de marzo de 2020

A CADA UN@ DE VOSOTR@S

A ese poeta tan sensual como Dulce
que sigo desde que me inicié en bloguer,
como a la querida María Dorada,
con esas sus hermosas letras perladas.
A Campirela, con su expresa belleza,
que nos hace sentir cada una de sus letras.
A Auroratris, con sus escritos singulares
necesarios en días tan particulares.
Fackel y Chitón para mí tienen unión
pues sus textos son buenas enseñanzas
fundamentadas y bien versadas.
Julia con la maestría de sus poemas
repletos de sensibilidad y delicadeza.
Julie Sopetrán no puede aquí faltar
pues sus versos son grandes ecos.
¿Y cómo no va a estar esa Estrella
tan maestra y con su luz particular?
Bienaventurada, cuya fe admiro,
quien me halló a través de quien perdí.
Laura, que nos deja pensativos
con sus entradas llenas de sentido.
Y tú Né, con tus dibujos y tus letras,
expresión de los latidos de tu corazón.
Toro Salvaje, tan original y tan sabio,
admiro tu sabiduría y tu gran valía.
Marina Ermer, tan bien hallada,
repleta de amor pleno y compartido.
Alma Baires, tus fragmentos del alma
y tus profundas huellas en la arena,
no me dejan para nada indiferente.
A Pequeños Delitos Renovados, Mag,
Ginebra Blonde y Yessi Kan, 
con sus sensuales y eróticos escritos.
A. Javier con sus profundos poemas
expresa la tristeza que le amenaza.
A Paula Cruz y Patricia K. bienvenidas
poetisas que escriben con caricias.
Isaac con su cuadros y sus poemas,
intensas reflexiones de vida deja.
Ani, a quien sigo con gran ilusión
pues sus aportes tienen concreción.
Carlos Perotti, admirable poeta,
que con poco expresa grandezas.
A ti Sandra, con tus bellos poemas
y tu espacio tan singular nos enseñas
con tu delicadeza y humanidad.
A Jova que lucha por el bienestar
y que comparte su experiencia.
Y Amapola, que al final vencerás,
compañía necesaria y esencial,
con tus versos vuelas en libertad.
Y a ti, Alís, a quien conozco poco
pero me interesa cuanto escribes.
Os dedico mi agradecimiento,
y mi gran y absoluta admiración.
De donde seáis y donde estéis,
vuestra labor es muy importante.
Por eso os dedico este tiempo,
aunque me falte sabiduría y don,
aunque estemos cerca o lejos,
aunque no pasemos lo mejor.
Porque precisamente por eso,
porque vivo, puedo y quiero,
comparto paralizar el miedo
y movilizar la alegría del deseo.
Así que no dejéis de desear
y reaccionar a la adversidad,
y sentir en vuestro respirar
el latir de placer y bienestar.
¡Escribid, expresad, liberad!
En vuestra expresión sois libres
y en la libertad todo es posible.

Rosa Mª Villalta Ballester



sábado, 28 de marzo de 2020

ALGO GRATUITO QUE A NADIE DAÑA

Necesito la esperanza como el aire,
la vida para fracasar y remontar;
la decisión de admitir los errores;
el intento aunque a nada llegue.

Tengo la vida para aprovecharla,
el presente y sus circunstancias,
la oportunidad de hacer y sentir,
el corazón bombeando en su latir.

Puedo elegir el llorar o el sonreír,
pensar en un pasado que no vuelve,
apartando oportunidades por vivir,
en un mañana que quizás no alcance.

Y soy yo quien estoy viva,
quien piensa, siente y respira;
quien no deja para un mañana,
desear el erotismo y su armonía,
pues si la salud no se empaña,
bienestar y placer a nadie daña.

Y es un error lamentable
quedarse en una tristeza perenne,
que no ayuda a ninguna persona,
y se engrandece si se acomoda.

Y manifiesto mi miedo y tristeza,
pero no voy a concederles tiempo
para que vayan dejando su influencia
y combatir con todas mis fuerzas,
para dejar mi rabia e impotencia.

Rosa Mª Villalta Ballester.





ME NIEGO

Me niego a crear malestar,
a recrearme en el dolor,
a percibir solo lo malo,
a destacar la indecisión.

Me niego a beber ansiedad,
a comer amarga soledad,
a oler la peste del miedo,
a caminar por el recuerdo.

Me niego a dejar el ahora,
a perder por ni intentar,
a llorar por fracasar,
a esperar hora tras hora.

Me niego a mirar atrás,
a recordar para entristecer,
a pensar para retroceder,
a culpabilizar a los demás.

Me niego, rotundamente,
a lamentar lo que no llega,
a no afrontar la realidad,
a no apreciar lo suficiente.


Y me niego, sí, me niego,
a hundirme y frustrarme,
por todo cuanto no tengo,
por negar como constante.

Rosa Mª Villalta Ballester



jueves, 26 de marzo de 2020

NO ME RINDO NI ME CANSO

No me rindo ni me canso
no ceso en mi voluntad
no voceo, grito ni alboroto
no hago lo que es habitual.
No creo ni tampoco recreo
ni ruego a quien no hay
ni espero sin hacer nada
ni provoco tristeza ni mal.
No digo no a otra mirada
no acepto una visión lineal
no dejo pasar pasar la vida
no escucho palabras vacías.
No me rindo, continúo aquí;
con la bandera del cambio,
con la actitud de servir,
con la voluntad aumentada,
y contagiar desear seguir.
Y no me rindo ni me canso
por herida ni decepción
que cualquier mal es mayor
a cualquier negativa emoción.
Y ahora que hay pandemia
ni me rindo ni me canso
para en este instante dar
la cercanía del bienestar.
Y no me rindo ni me canso
por luchar para bien dar
que si sonrisa proporciona
es que el corazón reacciona.
No me rindo ni me canso
para poder estar a tu lado.



Rosa Mª Villalta Ballester





viernes, 20 de marzo de 2020

HARÍA ... Y HAGO

Hago cuando no molesto,
hago en todo momento;
a conciencia, con paciencia.
Pensar se queda en nada,
dejar lleva a un gran vacío,
decidir tiene consecuencias
y hacer ... inconveniencias.
Hago ... cuando se necesita,
callo ... cuando se precisa,
dejar de hacer ... es hacer,
haciendo se evita suponer.
Y ahora pienso ... y hago;
y ahora escucho ... y actúo;
y hago escuchar el cuerpo
y siento y abrazo el deseo.
Y abandono todo lamento
y desprecio el triste pasar
haciendo de cada instante
silencio activo y constante.
Y alejando la incomodidad
poniendo interés y voluntad
quitando barreras y miedos
posando alegría y bienestar.
Y pensando en la pandemia
sin poder hacer ni ayudar,
intentando a quienes san@s,
dejar alegría y bienestar.
Y mi pensar hacia enferm@s
esperando su buen recuperar,
en este hogar donde vivo,
hago la convivencia ideal.
Y cambio actitudes y hábitos
y cambia también mi pensar
y dejando cuanto hacía,
hago de este día novedad.


Rosa Mª Villalta Ballester

jueves, 19 de marzo de 2020

PODRÍA ... Y PUEDO

Yo podría ser una infectada,
podría perder a mi anciana madre,
podría sentir la rabia e impotencia
aunque la siento sin ser afectada.
Yo podría gritar mi aburrimiento
apartando la realidad que clama,
olvidando la seriedad del problema
burlándome de todo sufrimiento.
Yo podría aumentar mi ignorancia
a una verdad que ahora alcanza
mirando únicamente a mi ombligo 
tratando de alegrar mi estancia.
Pero yo puedo pensar y actuar
puedo realizar otra actividad,
puedo evitar infectarme y ayudar
a mis seres queridos sanos estar.
Y puedo pensar en poder hacer
un poema que se pueda leer,
unas letras que vean la realidad
del dolor y el sufrir sin igual.
Y puedo aprender y aprehender
aquello que no llegué a conocer
mirando a otros seres humanos
para alegrar la vida y no mi ser.
Yo puedo escribir estas letras,
yo puedo expresar y saber,
yo puedo participar en la vida
yo puedo decidir poder hacer.
Yo puedo contagiar bienestar
yo puedo escribir y tú leer;
yo puedo desear toda mejoría
y que la muerte deje de ser.
Yo puedo quitarte unos instantes
y acompañarte si es tu querer.

Rosa Mª Villalta Ballester

sábado, 7 de marzo de 2020

MEJOR AMIGA O GRAN RIVAL

No hay que buscar fuera
la tristeza que destroza,
la ausencia de bienestar,
la victoria o la derrota,
el deseo, la esperanza,
la visión de oscuridad.

No está en un desamor
la base de la infelicidad,
la necesidad de acabar,
el sentir un gran fracaso,
dejar a la angustia pasar.

No hay mayor fortuna
que apoyarse en la verdad;
que si una relación no dura
el amor propio es principal;
pues no hay mejor cariño
que el que cada cual se da.

No existe mayor error
que querer amor sin amarse,
si en la queja y en el lamento
se ampara cualquier intento,
si se piensa en los demás
como fuente del sufrimiento.

No hay mejor aprendizaje
que sustentarse en cada cual,
adecuarse al presente y aceptar
que no es sino cada persona
su mejor amiga o gran rival.


Rosa Mª Villalta Ballester

domingo, 1 de marzo de 2020

VOLVER A EMPEZAR

Dedicando instantes a la tristeza
dejando de lado al bienestar,
se acostumbró mi vida a ello 
despareció las ganas de soñar.
Dejé mi pensar en la agonía,
tormentosa y deseosa de acabar.
Gritaba y deseaba otra nueva vida,
pero solo refugiada en mi malestar.
Y cada instante más desdichada,
dejando pasar las horas y los días.
He perdido gran parte de la vida
esperando bienestar y alegría.
Y me di cuenta que solo esperaba
refugiándome en el llanto y la nada.
Y he aprendido que desear estar bien
es acariciar aquello que bien hace
y acercarlo más y más a mi ser.
Y estoy sintiendo la dificultad
que no es sino dejar lo habitual.
Y aunque la tristeza esté conmigo
la dejo pasar sin darle cobijo.
Y sí, me da miedo sentirme bien;
dejar de hacer como hacía.
Pero nada pierdo por emprender
otra forma de pensar y hacer.
Soy incapaz de quererme lo sé;
ni pensar en dedicarme placer.
Pero refugiarme en mi dolor
lo hice dejándome mal sabor.
Ahora aprendo a des-habituar
y caigo porque es dificultad.
Pero si realmente quiero vivir
es para amar la vida y sentir
el agrado que jamás me permití.
Y así mirando pasar la tristeza
permito a la alegría poder surgir.
Y acepto aun sin creer los halagos
y acepto el error en mi percibir.
Y los pensamientos inadecuados
que provocan dolor y rechazo
procuro con dificultad cambiar
para también al cuerpo halagar.
Y vuelve a nacer otra persona
que siente lo que jamás sintió.
Pero los pensamientos llegan
y las emociones atormentan.
Y sé que siempre retornarán
y dejaré o no su continuidad.
Abrazo la vida y su respirar.
Abrazo el placer y el bienestar.
Y como las nubes son al cielo
miro la tristeza y el dolor pasar.
Y así, voy mirando la tristeza
y así la dejo o no en mí habitar.
Y como el cielo que cambia,
cambia también mi malestar.
Y ahora miro hacia este cielo
que sin una nube hoy está.
Y ahora siento mi respirar
y quiero volver a empezar.

Rosa Mª Villalta Ballester

sábado, 2 de noviembre de 2019

YA NO JUEGO A SER POETA

Jugando a ser poeta me encuentro,
sin marcados versos ni sonetos.
Acariciando el corazón y la emoción,
ni imaginando ni siquiera soñando.
Jugaba a ser poeta, yo creo;
lejos de encadenar libertad y miedo.
Jugando a ser poeta me detengo,
cuando ni hay motivo ni razón.
Ya no soy poeta y ya no juego:
acepto la debilidad de mis versos
y la ausencia de rima o destello
que provoque interés por leerlos.

Rosa Mª Villalta Ballester.

sábado, 12 de octubre de 2019

EL INCESANTE GRITO




(imagen de mi autoría)


¿Cómo alejar el ruido ensordecedor del miedo, de la angustia? ¿Cómo atrapar esos rayos de luz que dan energía, que provocan chispa?¡Cuánto deseo poder manejar la ira y la rabia generadas por algo que no provoco! 

En este espinoso camino por la vida, en este asumir la responsabilidad de cualquier decisión o actuación realizada, son demasiadas mis paradas, ausente de cuanto en ella acontece.
Pierdo el rumbo, la orientación, la fuerza, el deseo, hasta el pensar; me domina una fuerza incontrolable destructiva hacia mí misma. Siento estar en un laberinto sin sentido, que no lleva a nada.

Y aun así, levanto la cabeza, miro al frente y continúo. Estoy en el presente.
Caminar, caminar, continuar. No perder el rumbo del motivo por el que inicié este viaje, este asumir la responsabilidad.
Son muchas las circunstancias ajenas a mi voluntad que no soy capaz de gestionar, que me provocan desespero.

Grito al viento, a la noche, al cielo, al infinito. Grito desde el más interno fondo de mi ser, como algo que desde allá quisiera salir. Me grito y mi interior no sonríe, se asusta de esa voz que le desarma, que le provoca caos, que se asusta del instante presente y se paraliza.

Y asumiendo responsabilidad grita a ese ser que no cese en el intento. Que no hay peor herida que curar que la rebeldía a continuar. Que ya hubo demasiadas etapas de la vida cuyas heridas ya no tienen cura, pues aquellos momentos que se pierden y no se viven, no tienen vuelta atrás.

Ahora asumiendo responsabilidad tiembla, sí, es como un terremoto en el que existen movimientos intensos; y que existe un inmenso desorden, caos, miedo; y que es posible esperar, quedarse quieta; pero todo temblor acaba. Y hay que actuar tras él. De nada sirve esperar y esperar, lamentarse y no hacer nada. Poder se puede. Es fácil quejarse y nada hacer; pero las consecuencias son nefastas. 

Duele y enfurece sentir que la vida es una constante rebeldía que hay que lidiar. Y el miedo paraliza. Y la tristeza y el dolor no ayudan sino a meterse en un bucle del cual no salir.

Y es muy difícil salir del círculo vicioso, cuando se aleja la esperanza, el desorden, la inapetencia y sobre todo el deseo. Y no existe mayor mal que estancarse y más aún desear no vivir.

Y he gritado al deseo, le he clamado, le he rogado que me acompañe, que me acaricie, que me roce. Y he imaginado cómo sería una vida en el bienestar, en la serenidad.
La imagino y posiblemente la sueño; pero tras esa imaginación o sueño, la realidad vuelve a golpearme.


Rosa Mª Villalta Ballester





domingo, 25 de agosto de 2019

ME QUEDA


(imagen de mi autoría)

Me queda dejar de esperar
aprovechar el momento sin más,
plantar y regar nuevos sentimientos
dejar el pensar que arruina vivir
forzar la alegría hasta sus raíces
hacer, para a la debilidad detener.

Me queda sonreír y agradecer
sentir cuanto bueno me acompaña
si del insuficiente valor se empaña
mirar a quienes la desgracia pasar
y sentir latir el corazón su compás.

Me queda el amor por ofrecer
la salud que conmigo se abraza
la tristeza cuya alegría necesita
el tiempo que dejo y que pruebo
la expresión escrita de la vida.

Rosa Mª Villalta Ballester

jueves, 1 de agosto de 2019

CARTA A QUIEN INTENTA NO SER


A ti te escribo, a quien intenta no ser,
te recuerdo que ese tu pensar te inunda muchas veces, que algo te impulsa a dejar de ser, que tienes miedo, que nada te motiva o si algo te motiva lo ves tan imposible que tu impotencia te puede.
Te repites una y otra vez, "no pasa nada", "no pasa nada". Y no pasa y pasa.
Ahora empiezas a sentir la vida, a rozarla, a saber que es tuya y que tú mandas.
Siempre te has sentido extraña, sin pertenecer a ninguna parte, sin sentir los que tu igual expresaban y te has ido apartando, apartando, cerrando y has deseado dejar de estar, dejar de ser; y lo has intentado con toda la fuerza del impulso aunque siempre ha existido un algo que te ha paralizado.
Y ahora, de vez en cuando, aunque sean momentos determinados, sientes esa vida, sientes que tú mandas. Has acertado a probar que cuanto más le digas a tu coco que no pasa nada, que le digas cosas bonitas (¡cuántoooo cuesta!) mejor vas a sentirte en este mundo en el que todavía no encajas.
Y has aprendido que solo el canto de un pájaro te emociona, que rozar tu mano te eriza, que todo es nuevo aunque tú no lo seas.
Que de nada sirven esos buenos consejos de alguien que no vive y siente lo que a ti te ocurre (y los hay los) aunque tú veas que nadie es como tú.
Que el "pásalo bien", "no pienses eso", "haz", cuando lo que en realidad precisas en salir, escapar de este mundo que te apresa y del que no sientes formar parte.
Hasta que, tras en principio obligarte a pensar cosas buenas, aquello que a ti te gusta, aquello que te agrada, se va haciendo rutina o casi (la dura realidad muchas veces lo interrumpe).

Pero has podido comprobar que eres tu dueña, es tu vida, eres tú quien está ahí. Pues aun en el caso de tener pareja, familia, amigos, ..., si no te tienes a ti misma, dejas de ser tú. Y depender emocionalmente de alguien ... es realmente nefasto. Ahora has de aprender a vivir emocionalmente contigo y aceptarte (también quererte pero como es algo harto difícil ... mejor algún día me lo expresas). Ya sé,  quererse un mismo en la base. 

Y continúa tu camino, el que comenzaste de nuevo a hacer. A tu ritmo, a tu aire. No te compares con nadie que ese es tu error. Cada cual es como es y tiene sus propias circunstancias.

Y estate alerta ante los momentos oscuros y turbados. Sobre todo, no te compares. Sé tú.

Rosa Mª Villalta Ballester

domingo, 28 de julio de 2019

HOY TE DIGO ADIÓS



Hoy te digo adiós,
porque hoy dejo ser quien fui,
porque rompo moldes del ayer,
porque deseo cuanto no deseé,
porque no obedezco, crezco.

Hoy te digo adiós,
a quien quiso tocar el cielo,
a quien se estrelló sin estrellas,
a quien erró y nada aprendió,
a quien nada quiso y se quejó.

Hoy te digo adiós,
ya nada hay que me retenga,
ya solo cuenta mi decisión,
ya puedo abrir la puerta
y aprovechar toda ocasión.

Hoy te digo adiós,
te digo adiós desde la rabia,
desde el dolor y el corazón,
porque no deseo mi vuelta,
porque esto no es una ilusión.

Hoy te digo adiós,
no dejo ni siquiera un recuerdo,
ni huella, ni rastro, ni emoción.
Adiós a quien vivió existiendo,
a quien existió sobreviviendo.

Rosa Mª Villalta Ballester

miércoles, 24 de julio de 2019

OSCURIDAD


A ti, que deseas en esta vida no pertenecer.
A la persona que no sabe qué es querer.
A quien ni es amiga ni ha sabido qué es.
A quien no tiene a quién dirigirse sino a él.
A quien ha descubierto en su cuerpo placer.
A quien siente rabia, celos, envidia, 
A quien la vida desea pase a dejar de ser.
A quien cree haberlo hecho ya todo, vivido.
A quien piensa que ya nada puede hacer.
A quien supone no es agrado para nadie.
A quien la soledad es la única compañía.
A quien la alegría desaparece constante.
A quien el deseo impotencia le ocasiona.
A quien la frustración es  su gran victoria.
A quien nada se quiere y su vivir ahoga.
A quien agobia la vida que dejar anhela.
Quizás exista una razón para despertar,
un sol que, tal vez, su brillo desecharás,
alguien junto a ti que no sabrás valorar,
una flor que su belleza ni siquiera verás,
tu cuerpo que, con tu desprecio, dejarás,
sensaciones que ni siquiera permitirás,
placeres sin igual que te puedes a ti dar,
frustraciones que quizás podrías eliminar
despertar que deje a la angustia marchar.
Y a ti, que has intentado la vida abandonar,
que sientes no pertenecer a ningún lugar,
que odias tu ser y odias en él estar,
que despiertas con la rabia de la vida llevar,
que respirar no es alivio sino una carga.
Mientras el valor te haga aquí permanecer,
no puedas mas que despertar y estar,
mientras sea tuyo el presente y tu latir,
mientras odies, frustres, rabies, precises,
eres tú quien harás que ahora cambie
el deseo de morir por el de aceptar vida,
eres tú quien podrá su presente hacer
algo que deje a la muerte su despedir,
eres tú quien decide si continuar sufriendo
cuando no se tiene el valor para abandonar.
Mientras despiertes tienes presente,
mientras tengas presente aquí estás,
mientras la muerte no te llegue,
haz porque la idea de dejar la vida
te abandone y no te haga más mal,
porque si el valor no te deja
mejor, al menos, la vida aceptar.


Rosa Mª Villalta Ballester

sábado, 20 de julio de 2019

CARTA A UN COMPLETA DESCONOCIDA



Hola, 
te escribo esta carta por si en algún momento la ves, puedes y quieres leerla. De seguro, que tú sí me conoces porque llevas siempre a mi vera; pero hoy decido escribirte esta carta.

A pesar de los años recorridos, a pesar de no haber dejado de buscar puerto al que llegar, a pesar de haber tenido a tu alrededor muchas personas te has sentido sola, a pesar de ser tu peor enemiga, sobrevives aunque no saborees el placer del amor.
Te escribo para que te des cuenta de cuanto has alcanzado, de cuanto has dejado ya atrás, de que todavía tienes oportunidad de amar y ser amada, de sentirte orgullosa que no lo estás, de  olvidar cuanto malo puedas haber vivido y recordar a quienes te han hecho vivir momentos bonitos.
Te escribo porque aunque estoy contigo, te siento una completa desconocida. 
Sé de tus miedos, de tu pánico a confiar; de dejarte llevar por la necesidad.
Ahora estás haciendo un viaje con una maleta ligera de equipaje; tal vez halles por el camino la forma de llenar ese vacío que tanto sientes y que tanto te hiere.
Sobre todo te escribo para que no lo dejes. Te siento cansada, harta y desesperada. Aun así, no abandones. Descansa, llora, grita, pero no abandones.
Te sientes carga, pesada, desmotivada, triste, y también fuego, volcán, tormenta, huracán. 
Te aseguro que te arrepentirás muchísimo más si abandonas que continuando aunque no sepas a dónde vas, ni por qué. 
Tienes la oportunidad de ser tú, de confiar en ti, de aceptarte y sentirte bien contigo misma. 
Solo cuando te quieras a ti serás libre y serás capaz de llegar al lugar que te proporcione bienestar.

No obstante, te pido disculpas por si mis palabras te molestan de alguna manera porque esta carta está dirigida a un completa desconocida.
Solo deseo que de algo te sirva si es que llegas a leerlas.


Rosa Mª Villalta Ballester

domingo, 14 de julio de 2019

QUIZÁS YA SEA TARDE




(fotografia tomada por mí)

Cuando comencé esta aventura, creí que resultaría más fácil, que tras los muchos errores cometidos, acertaría más en las decisiones.
Y no es así. La vida es un continuo aprendizaje que no cesa, en donde no se deja de errar, de acertar, ..., de aprender.
Quizás, haya cambiado mi visión de este viaje, no de su finalidad, sí de su perspectiva. Empecé creyendo algo objetivo; y no es mas que una aventura fantástica, en donde hay partes inconexas, no reales, fruto de mi deseo de salir adelante.
Y aunque en muchas ocasiones ha habido desequilibrio, inestabilidad, desorientación, confusión e incluso paradas, continúo este mi viaje que no tiene destino alguno que no sea adquirir confianza y seguridad.
A través de los caminos elegidos o no elegidos, se aprende a confiar o desconfiar, a continuar o parar, a elegir o dejar ir.
No elegir, dejar pasar, es elegir también; es una "elección forzada" por la indecisión, inseguridad, desconfianza que prosigue con el miedo y la consiguiente paralización.

Pero una cosa es no elegir por miedo y otra muy distinta dejarse llevar por la auto compasión, el lamento, la queja, el "pobre de mí". Existen situaciones donde no saber cómo actuar, qué elegir, qué hacer. Y existe la posición de que otros tomen la decisión que he de hacer yo en mi camino, en mi vida, no ser la responsable de mi vida.
Desde luego, estoy segura que cada persona podría hacer su propia queja, su propio lamento, su propio "pobre de mí" pues no creo que exista persona que no se queje por algo que no ha conseguido o no tiene y desea conseguir o tener.

Este viaje se ha tornado muy difícil porque ha habido un giro de trescientos sesenta grados respecto a la auto compasión. A veces, siento ser esa niña que necesita protección y que se le diga lo que ha de hacer y decir, esa necesidad de no tener que ser mi propia adulta que le indica a la niña que está ahí, que no le va a fallar. Y aparece la rabia, la ira, la frustración. ¿Y para qué me sirve? Para nada. La frustración no es sino una inmensa barrera que obstaculiza el camino y que se ha de eliminar.
La frustración no es sino la rabia contenida, pertenece a algo pasado; no es presente. Y si algo he aprendido a lo largo de los años, es a salir de ese pasado, a no quedarme en él, a manejarlo sin que me obstruya el presente. O, al menos, eso es lo que he intentado e intento.

Aquello que es pasado, no recuerdo meterlo en mi maleta. Y, sin embargo, lo he portado en mi mochila, porque es algo que no se puede abandonar. Porque el pasado nos marca, nos determina. Pero no nos domina o no debiera dominarnos.

Mi mayor barrera ha sido quitar el peso del pasado; porque por mucho que se intente "olvidar", hay un pasado que nos marca y que no es posible borrar. Sí es posible hacer que en el ahora estar ahora y no estar en el ayer. Y eso, nadie más que yo, nadie más que uno mismo, puede hacerlo.
Liberarse de los malos momentos vividos es algo voluntario. Y, desde que emprendí este viaje, estoy dispuesta a vivir cada paso que estoy dando.

La frustración quizás sea posible evitarla, dejándose llevar por el momento presente, intentando cosas que jamás se ha experimentado, porque siempre es el momento idóneo para hacerlo. La idea de que "ya es tarde" que siempre me ha acompañado es algo que hay que desechar. "Ya es tarde" es quedarse en el ayer dejando el ahora. Y, aunque sigo creyendo en que "ya es tarde", continúo en el empeño de liberarme, de ser yo sin ese "ya es tarde".
Ya es tarde para muchas cosas porque el tiempo no pasa en balde; pero nunca será tarde para saludar este ahora que nos acompaña.
Ya es tarde para recomenzar; pero no es tarde para continuar.
Ya es tarde para no cometer los errores que cometí; pero no es tarde para intentar no volver a cometerlos.
Ya es tarde sí, para cosas que me perdí; pero no es tarde para percibir que el ahora me acaricia y puedo darle las gracias.
Ya es tarde para decir "te quiero" a quien ya no está y no se dijo; pero no es tarde para expresarlo ahora a quien está a tu lado.
Y, aunque ya sea tarde para volver a empezar, no es tarde para continuar.
Quizás sea ya tarde, pero quizás sea mejor tarde que nunca.

Rosa Mª Villalta Ballester.





miércoles, 10 de julio de 2019

EN MI VIAJE



De nada sirve lamentarse de lo que no se ha hecho o no se ha logrado. De nada vale dejar este mismo instante soñando en algo sin hacer nada. De nada vale la compañía si no se sabe apreciarla.
Cuando se entra en bucle de ver las cosas de una manera nefasta, entra el miedo, la angustia, el deseo incesante de dejar de experimentar este estado.
No hay peor medicina para el ser humano que la soledad; pero, lamentablemente, la soledad en muchas ocasiones es un aislamiento impuesto no escogido, es una circunstancia que consume, que hace al ser humano vulnerable.
Y por esa soledad, por ese buscar compañía, también se cometen inmensos errores que muchas veces cuestan la salud.
¿Quién no ha confiado sin tener que hacerlo en personas que luego han sido una verdadera pesadilla? ¿Quién no ha buscado ese ser con quien comunicarse? 
De acuerdo que lo más importante es tenerse uno mismo, contar con la persona en sí; pero, como humanos que somos, como seres sociales, ¿no es importante la comunicación?
¡Cuántas y cuántas veces se dice a quien no encuentra esa media naranja, esa persona que la quiera, "sal y busca", "si no buscas no la encontrarás"!
Desde mi punto de vista, no hay mayor error que esta expresión. ¿Desde cuando el amor, el cariño, la compañía se busca? ¿Acaso hay que ponerse un cartel en la puerta de un supermercado expresando "soy persona sola, ¿me dan compañía, amor, ...?"
De siempre me ha molestado esta ya no expresión, esta forma de pensar. Está claro que la compañía, el amor, no se encuentran sin relación alguna; pero también es cierto que por mucho relacionarse, salir, no es sinónimo de hallar.
Para mí, tanto una buena amistad como un buen amor, se hallan sin buscar. No se puede forzar si el cariño ni la confianza. 
Con el paso de los años, he aprendido a separarme de quien no disfruta de mi compañía aunque yo sienta lo contrario. Y a separar una persona conocida de una amistad que con tanta facilidad se dice. He aprendido que no es cuestión de salir, conocer por llegar a amistad o relación, buscar. Al menos, los años eso me han demostrado.
Hay personas que sin ser simpáticas, sin tener sensibilidad ni dar confianza alguna se rodean de personas con las que contar. Y otras que, repletas de sensibilidad, cariño, lealtad, confianza, comprensión, ... no cuentan mas que consigo mismas ni tienen a nadie con quien compartir algo.
Y sí, es triste y lamentable, como otras tantas cosas en la vida.
Ahora prefiero aceptar mi realidad, me guste o no me guste; prefiero dejar la confianza instintiva a un lado, aprender a desconfiar y a ser más reservada. 
En este viaje que emprendí, que hago con una simple maleta, deseo hacerme fuerte y saber que no todo vale. Que hay personas con máscaras que saben aprovecharse de quien desgraciadamente no saber ser reservada ni mentir.
Que hay que relacionarse en la medida de las posibilidades; y que mejor es la soledad a estar con personas que aparentan agrado.
Este viaje lo emprendí sola sin saber hacia dónde pero sí por qué. Sé que, como adulta, tengo la responsabilidad de mi vida la cual nadie puede asumir.
Que siento rabia, agotamiento, hastío; pero que solo con esto nada voy a obtener.
Este viaje lo realizo a solas; y durante el mismo veo que hay personas que se paran a saludar, a expresar, a interesarse por lo que comparto. No obstante y, tras el error cometido con el tiempo que me llevó a abandonar este espacio, vuelvo a intentar estar aquí; solo que ahora ya no soy esa persona confiada que se enternecía ante cualquier expresión de cariño. Ahora soy una adulta que camina sola en un viaje duro y amargo y que no busca mas que dejar de ser quien fue. Ya no desea ese ser tan estúpido que fue, que se dejaba llevar por cualquier expresión que le hacía confiar.
Ahora sabe que tras unas palabras, quien expresa algo, puede haber una máscara que oculta la verdadera esencia de ese ser.
Y ése va a ser mi sino: desconfiar para evitar caer como caí. 
En este viaje solo deseo sinceridad. Y también sinceridad conmigo misma que he aparcado siempre mi verdadera esencia.
Quizás es tarde, me da igual. Ya nada pierdo por realizar esta experiencia.
Seré feliz si dejo de ser aquel ser que fui y del que muchas personas aprovecharon la inestabilidad y la irresponsabilidad que formaba parte de mí.

En este viaje deseo des-aprender muchas cosas que durante tantos años me han enseñado y que no considero buenas en este mi verdadero sino.
Des-habituarme de cuanto me ha intoxicado y perjudicado a lo largo de mi vida.
Llenarme de cuanto me permite continuar este trayecto aunque esté repleto de obstáculos.
Y, sobre todo, vivir la realidad: dejar de estar en una fantasía que no existe ni existirá.  Avanzar, aunque sea despacio. Y parar cuando sea necesario.

Llenar la vida que amanece hoy de nuevo de cosas que no me entristezcan ni me aparten de las cosas bellas que pueden existir.

Rosa Mª Villalta Ballester