Seguidores

Mostrando entradas con la etiqueta Decisión. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Decisión. Mostrar todas las entradas

martes, 11 de junio de 2019

VOLUNTAD






La voluntad es algo más que importante;
algo necesario para conseguir un ideal;
empezar de nuevo no es fracaso alguno
es, contrariamente, ganar oportunidad.
Nada bueno hay en llorar sin hacer nada
aumentando la pena, dejando bienestar;
nada se consigue si tan solo se espera,
y solo el esfuerzo derrota al malhumor.

Hay que desear de verdad hacer algo
si se siente la vida pasar de largo;
no hay mayor error que la vida dejar 
por no hacer ni tampoco intento poner.
No importa no acertar y mucho errar;
pues sin errores aprendizaje no hay;
equivocarse y caer es muy probable;
levantarse es voluntario y da coraje.

Hay que buscar si algo se quiere hallar;
probando, sufriendo y disfrutando;
y no hay que responsabilizar a otro
si se experimenta un continuo fracaso;
será responsabilidad de cada cual
el manejar su día a día y continuar,
o aparcar el placer que se puede lograr.

Aprender que cada cual es como es,
que compararse es solo naufragar
que hay que aceptar las limitaciones,
y hacer de la vida un inmenso querer.
Y quererse uno mismo es empezar
el primer paso para al otro alcanzar;
y aceptar al otro sin quererlo cambiar,
pues el mayor tesoro es comprender
que el cariño sólo tiene su lugar
cuando a nadie se desea moldear.

Autora: Rosa Mª Villalta Ballester

domingo, 9 de junio de 2019

INFANCIA






En este mundo, nada hay ideal;
menos todavía una infancia total.
Dentro del útero, ya reacción hay;
qué culpa yo tengo de aquí estar,
si no soy bien recibido ni acogido,
si por un accidente o un imprevisto,
aquí estoy sin apenas cobijo.
Puedo quizás a la luz no llegar,
si se decide que mejor no avanzar.
Puedo tal vez la vida poder ver,
ser como un desecho abandonado
o sentir un profundo rechazo.
Puedo también la vida abrazar,
junto a unos brazos envuelto
cuyo amor y protección siento.
Qué pena que hacer el amor,
tenga diferentes consecuencias,
que no todo es placer de una noche,
que sin pensar se busca y se siente.
Enhorabuena a quien con decisión,
traen al mundo a alguien con amor.
Y para aquellos que hacen del amor,
algo pasajero de una noche placentera,
no hagáis sufrir a quien por error,
traéis a este mundo sin intención.
La infancia es corta pero intensa
y ya no volverá a suceder;
por favor, haced vivirla con alegría,
porque para penas y desdichas,
momentos y etapas va a haber.


Autora: Rosa Mª Villalta Ballester

viernes, 7 de junio de 2019

APROVECHAR LA VIDA



Probar cuanto no se ha hecho,
sentir aquello que jamás se notó;
percibir de diferente forma algo
que formó una manera de acción.

Prescindir de aquello innecesario
para valorar lo auténtico y vital;
dejar a un lado aspectos malos
que abren caminos nunca pisados.

Hacer cuanto jamás se ha hecho;
describir desde diferente óptica
aquello de lo que no se percató,
sean personas, cosas o lugares,
entornos que siempre se ignoró.

Y bailar con el deseo y el silencio,
y sentir el ahora un gran momento,
y vaciar el corazón de todo odio
y llenar el ser de cualquier placer
y amar que es bueno dar y tener.

Aprender es la mayor riqueza,
que una persona puede ganar;
pobre quien carece de enseñanza
inmerso en la oscura ignorancia;
gran inversor el que aprende,
que la vida late al compartirla.


Autora: Rosa Mª Villalta Ballester

domingo, 5 de mayo de 2019

COMO QUISIERA SER




Es posible sea la voz de mi interior que me expresa su contradicción. Es posible.
También es posible sea la necesidad de tomar decisiones difíciles, pero necesarias.
No deseo pasar la vida sin más, sin saborearla, sin sentir su esencia. No quiero que el tiempo pase por pasar, sino dándole una vivencia, sea buena o mala.
El día de hoy puede ser bueno o malo; pero desde luego, no seré yo quien ponga los ingredientes para lo segundo. 
He salido a admirar el sol, las personas que caminan, las parejas enamoradas, las solitarias, ...
No importa el estado en el que estoy sino en el que deseo estar. No permito en mi vida la queja ni el lamento.

Mi viaje es pesado, sí, pero deseo continuar. A pesar del esfuerzo, a pesar de no saber a dónde voy a llegar. Voy sin rumbo, sin esperar nada, sin desear nada, voy, estoy, ..., no busco ningún lugar especial. Simplemente, estar y percatarme cuanto a mi alrededor tengo.

También quiero recuperar algo que perdí hace mucho: la fe, la creencia.
Y aunque perdida y desorientada, viajo por este universo al que pertenezco, me guste o no. Formo parte de este universo, estoy en él.

Así que, o me quedo quieta sin hacer nada; o reacciono y admiro cuanto haya por admirar y lucho por aquello que me pueda beneficiar. He de ir alejándome de cuanto me impide o me perjudica realizar el viaje.
Sobre todo: ser yo misma, pensar por mí misma, ser libre, sentirme libre sin sentirme culpable.

Mi mayor éxito, mi gran felicidad, sería tener mi propio criterio sin ser foco de atención, sin sentir miedo, culpabilidad, vergüenza.

Y sí, no voy a negar algún que otro logro, que se esfuma en cuanto dejo de ser quien realmente sería.

Es difícil este mi viaje, no por cuanto distancia ni esfuerzo, sino por quien consigue apartarme de mi verdadero objetivo, mi gran alegría.

Y aunque no lo consiga, me sienta bien intentarlo; me haría mal dejar el viaje por ausencia de confianza, por no ser yo misma.


Rosa Mª Villalta




sábado, 13 de abril de 2019

LIBERACION


Cierto que he pedido mucho por vivir, que el tiempo ha pasado y no se puede recuperar. Y cierto es que deseo aprovechar cada instante, cada segundo, no para recuperar lo no realizado, sino para vivir el ahora, lo que realmente desee hacer o vivir.
No creo en la totalidad: no creo que alguien haya realizado el cien por cien de cuanto quería o deseaba. Es posible conseguir ciertas partes pero el todo no lo creo posible. Y me he pasado años con este pensamiento pensando que al no tener lo que la mayoría sí tienen, no tenía nada que esperar.
La vida es tan inmensa, las posibilidades son tan numerosas, que pensar en que ya está todo hecho ahora lo veo un completo error.

Quizás lo que más deseo realizar en mi propia liberación, liberar la persona que hay en mí que, de una u otra manera, no es capaz de salir. Dentro de mí siento estar en una jaula encerrada y necesito salir y ser yo misma.
¡Son tantos años los que llevo siendo lo que los demás quieren que sea o se espera que mi mayor triunfo sería ser yo misma de verdad!

¡Deseo tanto continuar con este viaje! ¡Y siento tanto temor y vergüenza!

Pero aquí estoy. En el camino. Aun con grandes parones y retrocesos.

Rosa Mª Villalta.

domingo, 3 de febrero de 2019

ME ABANDONO



Hoy preciso embriaguez. Hoy no quiero regocijarme en mi realidad. No importa sola, importa que quiero, deseo emborracharme.
Todo da vueltas. Momento que no conozco, no había sentido. Al menos, es solo un momento. Y me río. Me río.
No quiero dejar este estado. Quiero permanecer en él. No quiero ser yo misma. Quiero ser lo que el alcohol me desencadena. También así soy yo. Otra forma de mi yo.

¡No deseo volver a mi yo! ¡Viva la embriaguez! ¡Estúpida seriedad!
¡No necesitas a nadie para calmar tu vacío, para la sed de sentimientos buenos que te aprisiona el día a día!

Te necesitas a ti. Y sí, emborracharte, reírte, sentir algo diferente, algo que te lleve a otra realidad que no sea la rutina.
¡Siente ese desenfreno, esa ira, esa rabia!

Dentro de un rato, todo pasa. Todo pasa. Nada permanece de la misma manera.

¡Curioso! Siento estar en medio de un inmenso universo. ¡Tan solo soy un ser solitario en un cuarto escuchando el vendaval que fuerza azota!


Rosa Mª Villalta Ballester

domingo, 27 de enero de 2019

CON AGÓNICO VACÍO

Estimada compañera,
sí, aunque abandonada te tengo.
Vamos unidas en este viaje.
Una sin la otra no somos.
Me arrastro. Me esfuerzo por no dejarme vencer.
Fallan las fuerzas, el deseo, la esperanza, ...
Falla el entusiasmo, la armonía, la alegría.
Aun así continuamos. Aunque sea de tarde en tarde.
Te tienes a ti, dependes de ti. Y mejor no dependas de nadie más. Ése era tu objetivo a no ser que lo hayas abandonado.

Quizás sea ese el logro, el saber que te tienes aunque no estés del todo fuerte.
Saber que tú misma, y nadie más, eres dueña de tu vida. O tratas de hacerlo.
Dueña dueña, como que no. 
Es muy fácil que se te diga que eres dueña de tu vida; aunque sí en gran medida, pero no en su totalidad. No eres dueña de la aceptación o rechazo que se te haga, del ninguneo, o de la soberbia mostrada.
Sí eres dueña de reaccionar ante el aislamiento hallado. 
El cielo, mirar las nubes, el cielo infinito; pensar en aquello que te aleje de la agonía, del sentimiento de abandono de la vida.

Existes. Aunque no te guste, existes. Y en tanto existes puedes o abandonarte y no aprovechar cuanto existe y hay ante ti; o aprovechar cada instante que se te da.

Difícil es continuar en un universo del que formas parte y en el que se te ignora la mayor parte de las veces.

Pero continuaremos este pesado camino. Aunque solo sea simplemente dejándonos llevar por el destino, si es que existe un destino.

Me cuesta. Apenas sin fuerza, sin ánimo. ¿Valdrá la pena su final?
A pesar de que en mi maleta hay solo lo imprescindible se hace pesada y muy difícil de llevar; pero nada puedo dejar que no deba venir conmigo.

En muchísimas ocasiones dejo mi responsabilidad de adulta, paso a ser una adolescente, alguien sin madurez, que espera por esperar y que nada espera lograr. 
Desearía poder llenar este corazón tan vacío, sentir que existe algún sentimiento que vaga la pena.

Pasa que el tiempo pasa demasiado rápido y demasiado lento el logro de mi corazón por dejar su agónico vacío.


Rosa Mª Villalta Ballester.



domingo, 13 de enero de 2019

LENTAMENTE



No sé si soy vosotros, ángeles,
o la decisión que tengo yo.
No sé si helado es el clima,
o helado dejo el tiempo su pasar.
No sé so estoy segura de qué hago,
pero sí de no dejar el ahora congelado.

Así retomo mi camino, sin saber con certeza quién me acompaña ni qué mundo vivo.
Así deseo no congelar mi presente y alimentar la calidez para una armonía deseada.
No deseo tener relación alguna. Deseo sentir que mi presencia no es como una fantasía, como un fantasma que nadie ni aprecia ni brilla.

Siento que voy demasiado lenta, que me detengo en numerosas y cuantiosas ocasiones; quisiera aprovechar cada instante, cada segundo, que escapan de mis acciones, que no son decisión mía.

Ahora, tal vez, en el camino, aprecie verdaderamente la soledad, que ya he notado. Quizás el universo me quiera demostrar que ése es mi destino; que estoy hecha para no tener relación alguna.

Ahora, con más calma, me veo reflejada en el universo tormentoso y repleto de truenos y rayos, de tempestades y arrasares.
Sin embargo, ¿por qué tras las tempestades hay ciertos períodos de calma, por qué hay luz y en mi camino, no consigo vislumbrarla?

Tras muchísimos años de cuestionamiento, comprendo que cada cual ha de soportar su propia cruz y destino.

Y cuanto más me revele contra ese destino, mayor será la resistencia a vivir su día a día, el ahora, el minuto que se me presenta.

Pero es la vida misma supongo, un camino que nadie decide, que se presenta y que hay que ir. 

Nada hay que nos detenga
excepto la muerte o violencia;
imaginar no es costoso
y proporciona ilusión y esperanza.
Allá donde llegue, comenzaré;
pues empezar nuevo día,
es terminar el que ya pasó.

Rosa Mª Villalta Ballester

lunes, 7 de enero de 2019

PASO A PASO



(Imagen tomada de la red)

Caminar es fortaleza,
ahora en soledad,
me da fortaleza.
Mientras camino hablo,
río, lloro, siento, ...
Y todo ... caminando.
Caminar es deseo,
es fuego, es momento.
Cada paso en un anhelo,
o un fracaso o un sueño.
Y caminos nunca faltan.
Hay para elegir o seguir.
Los hay sombríos o iluminados.
Caminar en compañía de la luna,
con el único deseo de abrazarla.
Con el deseo de ser abrazada.
Caminar no es llegar a,
es estar, es continuar;
es no parar para no llegar;
es auxilio y es esfuerzo.




Hacía días que no emprendía camino. Estaba y estoy agotada. Pero tanto tiempo en el mismo sitio ha conseguido que me dé cuenta que la vida no es parar pues la vida es tiempo que acontece, que pasa y que, mientras no se detenga, tampoco tengo que pararla.
Sí, dolor, cansancio, pesadez.
Nada hay como ir contra corriente. Nadie puede caminar por ti. Si alguien te empujara a hacerlo, ya dejarías de ser tú.

Este es tu viaje, y no has llegado a ningún sitio porque no quieres llegar a ningún sitio. Y mientras sientas esa pasividad, inactividad, ..., tanto mayor la sentirás.

Caminar es la vida,

la vida es continuar,
a pesar de su dificultad.
A veces, con paso lento;
otras, a gran velocidad,
Y no eliges correr,
correr, correr, ...
¿Qué necesidad hay?
Ya lo hace el tiempo,
no se da marcha atrás.

Caminar es mirar,
estar atento y con interés.
Caminar es no mirar atrás,
y elegir cuando haya variedad.

Y es así como comienzo mi año nuevo, caminando. Y decidiendo. El dejarte llevar es decidir aunque no sea la mejor forma de ser una misma. Creo que ser una misma supone decisión propia, firmeza y confianza.

Aunque no tenga ganas, voy a seguir mi viaje.

Sólo echo de menos no estar al lado de la luna. Esa luna blanca y serena, esa oscuridad que con su compañía, hace un maravilloso e intenso estar.


Rosa Mª Villalta Ballester.













martes, 1 de enero de 2019

¿DÓNDE LLEGAR?

(Imagen tomada de la red)

Y continúo mi camino. Mi delicada maleta y conmigo globos, pues parece que al ser fin de año y empezar el nuevo, la alegría ha de imperar.
Me alejo con mi pequeña maleta, los globos y un camino por delante.
La luz está de frente, como la vida que me queda por delante. Porque por detrás, ya parece que diciembre no se puede recuperar, ni enero del anterior año, ni los errores cometidos, ni los desengaños.


¡Recuerda Rosa! Nada de quejas, nada de lamentos. Únicamente haz, no hables, no digas. 

¿Ni sola puedo hablar ya? ¿A quién hago daño?

Pues ... a ti, aunque no lo reconozcas. ¿Te parece poco? Te haces daño repitiendo los temores, tristezas, desengaños. ¿Por qué no te pones a cantar o a bailar?

¿Acaso tú también me dices lo mismo? ¿Por qué tengo que bailar o estar alegre? ¿Cómo voy a cantar si me voy a escuchar inmediatamente "calla"¿Cómo hablar si hablo sola y me escucho "calla"?

Sé tú misma. No dejas ser tú. Eres lo que desean los demás en este momento.

Ufffff ... ¡no sabía que esto me iba a remover tanto! Como dice la mamá, mejor no grites ni discutas. Dos riñen si uno no quiere. Sé que no tengo voz para cantar, pero ... ¡no puedo hacerlo porque no me es posible, no tengo esa oportunidad de hacerlo! 

Al menos, de momento, escribir no molesta. De momento. No deseo expresarlo, no sea que de aquí a un momento, me digan que también molesto.

Y tú, Rosa, ¿qué quieres tú? Es doloroso no saber qué deseo realmente, porque hasta cuando te has ido creyendo que ibas a ser independiente no lo has sido. Y eso te acobarda. Te acobarda tu inutilidad, tu imposibilidad de ser tú porque no sabes.

¿De qué sirve que vaya a otra casa, cuando no se te cesa de repetir que precisas de ayuda, que sola no puedes estar, que por ti misma no lo haces?

Ya Rosa, ya sé que te incomodo diciéndote esto, que te fastidia muchísimo. Bueno, más que fastidiarte, te aterroriza. Te aterroriza quedarte sin nadie. Y, siempre, ya sea en tu cumpleaños, en el de tu madre, en el fin de año, en lugar de alegrarte por estar otro día  más, te ocurre lo contrario. Te siente inmensamente pesarosa y  atemorizada.

No me apena ya no tener esa llamada amistad (que para mí es algo desconocido). Me apena haber desperdiciado esta vida y continuar haciéndolo.

Rosa, ¿recuerdas tu primer día de viaje? ¿Recuerdas que tu premisa era no lamentarte más ni quedarte en el lamento? ¿Y que puñetas haces?

¡Valeeee!! Oído cocina. No me lamento. Pero, ¿qué hago? ¿dónde voy?

Rosa, tú, ¿dónde quieres ir? ¿a dónde quieres llegar?

A veces no hace falta hacer grandes distancias para ser tú. Sí creo que en tu caso. Has de superar la gran barrera, el gran obstáculo que te impide seguir y que hace que tanto te pese, hasta tu propio ser.

¡Venga Rosa! ¡Es hora de vencer el peso que llevas años y años y años y que no te deja  hacer nada!
Aunque sea por un día, ¿por qué no intentas ser tú sin ser las demás personas, sin pensar en su opinión, en si lo haces mal o bien?

Has empezado bien, ¿eh? ¿Por qué no te vas de marcha por ahí?
Muy sencillo: porque estar de marcha sin sentido no es nada divertido.

Tú ganas. Bueno, ganas por no dejarme, no porque realmente sienta poder hacerte caso.


Rosa Mª Villalta Ballester



lunes, 31 de diciembre de 2018

SIN ELECCION ALGUNA

Es hora  de elegir un nuevo camino, otra forma diferente de mirar las cosas. Sé qué he de hacerlo, lo preciso, esta vida que existo me lo reclama una y otra vez.  Y yo no sé cómo contestarle, cómo actuar, cómo dirigirme.
Siento ser una estatua que, sin ser dirigida nada sabe hacer.  He sido y soy en la actualidad tan dirigida que no sé ser yo misma y también reconozco a gritos que ésta no soy quien soy de verdad, quien soy realmente. Sólo soy alguien que quieren a mi alrededor, a quien a moldeado para que todo vaya bien.

Y tantos y tantos años de esta manera, que sí, mi otra Rosa, se interpone y chocamos porque sé que tiene razón. Vivo sumergida en una burbuja de la que ma da terror salir porque soy tan sumamente inútil. soy nada por mí, que ¿dónde narices voy a ir?

Siempre sueño el último día del año con no empezar de nuevo, con dormirme y no despertar y lo he conseguido durante dos días a base de sedarme. Y aun me siento más rabiosa de estar despierta y más inquieta.
Quién soy y cómo sería, no lo sé, pues no lo he sido jamás.

Siento tal angustia por existir un día más, que mi existencia es insoportable.
Ya sé, Rosa, que estás conmigo y que no cesas de decírmelo; pero, ¿eres tú de verdad?, ¿o eres quien quiere también que sea de una u otra manera?

Me siento avergonzada, asqueada y con repugnancia de mí misma.
Continúo sin caminar, parásita pues ni tengo ni sé dónde ir.

Mi cabeza está todavía acusando los tranquilizantes que me tomé para no estar despierta y tener que aguantar el día.

El objetivo de este viaje consistía en abordarlo y hallar ese sentido para poder continuar. Ahora vuelvo a fracasar, como toda yo.  Solo soy fracaso, una basura que no tiene ya ganas de de escuchar. 
Y sólo mis letras son la única compañía. Quizás tampoco entiendan que expreso y les pido disculpas. Ni puedo comunicarme ni puedo hablar, lo tengo más bien vetado. Lamento aburriros al aire, a las palabras que expreso y a mi gran peso que soporto.



Rosa Mª Villalta Ballester

viernes, 28 de diciembre de 2018

ATRAPADA


Aquí de nuevo, sin saber dónde ir, sin saber porqué aquí.
Prometí realizar el viaje hasta el final; y, la verdad, no siento fuerza para continuar. Ni fuerza ni deseo.
¡Se repite de nuevo, una vez más, otra de tantas y tantas, la desgana, el desánimo, la apatía.
Nada me motiva ni me guía a continuar. Mas bien estoy cayendo en un inmenso abismo que nunca acaba. Nada más. Es esperar a llegar a saber dónde y sin sentido alguno.

Rosa, sí, otra vez. Sabías no era un camino de rosas. Las vacaciones y más estas de Navidad te sientan como un tiro. Sientes una inmensa contradicción entre tu estado de ánimo y el que de alguna manera impone la sociedad: alegría, ánimo, esperanza, armonía, reuniones, ..., en definitiva, algo realmente lejano a mi realidad, tan tan lejano que ignoro.

Ya Rosa, sé que año tras año es lo mismo y jamás logro pasar de cuanto se intenta transmitir. Y tú, ¿por qué estás aquí conmigo? ¿quién te manda estar aquí y ahora?

Soy tú. No puedes anularme, o sí; puedes ignorarme; pero la realidad es que existo y existiré contigo te guste o no. ¿Por qué no lo haces agradable? ¿Por qué me sientes enemiga o reactiva?

No es exactamente eso. Es que tú eres la única conversación, la única que se dirige a mí. Y tú eres yo. Así que no salgo de mí. O no entro en mí nunca.

Intento que estés bien conmigo pero cada vez me alejo más; como si ambas no tuviéramos nada que ver.

Pesa la maleta, pesa mi estado, pesa mi estar. Además, todo es oscuro y desconocido.
¿Cómo voy a seguir? ¿Por qué? ¿Hacia dónde? ¿Para qué?

Hoy como ya hace muchos días, apenas tengo fuerza e inútil es intentar continuar.
Tal vez ya no viaje. Quizás, me quede a la intemperie de este universo del que soy una diminuta parte. Nadie se dará cuenta. 

Permanezco en este lugar de incertidumbre y miedo, atrapada y desconcertada, aguantando las inclemencias de tanta tempestad que arrasa mis pasos.


Rosa Mª Villalta Ballester.

sábado, 15 de diciembre de 2018

CONTINÚA



Mi viaje continúa solitario y triste. Y deseo convertirlo en algo más armonioso.
De alguna manera he de encontrar esa sintonía entre esa niña que dejó de serlo y esa adulta que no lo asume.
Rosa, sé tú, deja de escuchar o de pensar qué piensan los demás. El camino no es mas que tuyo. Hazlo agradable.
No mires a tu alrededor porque además, las "pistas" que ves son engañosas; sí, crees ver grupos o parejas que se divierten cuando en realidad sabes bien que el trasfondo es una superficialidad.
Hoy en día parece que hay amigos al instante. Y bien sabes por experiencia que cuanto más se tilda una de amistad, más lejos de la realidad.

Asume tu soledad, no importa la causa. Asume que viajas sola, sin nadie. Asume que no tienes a quién llamar para comunicarte, ya sea bueno o malo. 
Y aprovecha momentos como el de la foto que has hecho porque verdaderamente esos momentos son tuyos y son hermosos. 

Si bien por naturaleza la persona es sociable, también es verdad que nace sóla y muere sóla. Y una decisión es de cada cual ya tenga pareja o amistad o tenga infinidad de compañía.

No dejes pasar tus días lamentándote ni expresando lo desgraciada o la mala suerte que tienes por tu soledad. Quizás seas una gran afortunada que puedes mirar más allá de ti. Quizás, en esa maleta que llevas, tan sencilla y sin apenas nada, seas capaz de mirarte y, en lugar de despreciarte, de insultarte y odiarte, y darte asco, pudieras ver alguien capaz de llegar al fondo de cualquier situación, de ir más allá de la superficialidad.

La verdad, no he caído en ello. Tal vez envidio a las personas con amistades, pareja, que tienen a esa "amiga" o "amigo" y no me doy cuenta de cuán superficial es eso. Quizás en el fondo busque ser mi propia amiga y así poder ir más allá de quien soy, ir o apreciar, percatarme, de quien está junto a mí, cerca de mí y cuya situación personal todavía es peor que la mía.

Ya hace tiempo que decidí no quejarme y no ceso de hacerlo. No tal como queja pero sí como lamento.
No he conseguido realizar este viaje de una manera constante y permanente. He dejado, olvidado, esos objetivos o ese objetivo por el cual comencé esta actividad.
Vuelvo a odiarme, cada vez con más intensidad. Vuelvo, por no decir que no ceso, de mirar mi ombligo. Quizás sea cuestión de dejar mi ombligo por el camino y continuar. Quizás, vaya más ligera, tenga menos dolor y pueda llegar a ese objetivo por el cual partí.

Cuando hago esta fotografía, me encuentro completamente sóla, ya no solo físicamente sino moralmente. Y, sin embargo, ¡qué bella imagen!. También esa rosa de los vientos ahora se halla en soledad.

Soledad que cualquiera detesta, espanta, intenta deshacer a través de una malograda pareja o amistad.

¡Cuántas cosas hermosas hay con la soledad! ¡Cuántas cosas se pierden en compañía, intentando agradar, que te agraden, que suplan ese pozo oscuro que cualquiera trata de no caer!

Y si algo aprendo, es a valorar los hermosos momentos, aunque sean instantes, para ir consiguiendo esa armonía conmigo misma que me permita mirar otra cosa que no sea yo.
Por de pronto y para continuar mi viaje, dejo ya mi ombligo. Lo dejo en el camino, y continúo. Continúo. 
Sin fuerza, sin esperanza, sin deseo alguno. Continúo. 


sábado, 1 de diciembre de 2018

DEMASIADO TIEMPO

¡Cuánto tiempo sin vernos. sin hablarnos, sin comunicarnos!
Demasiado tiempo sin hacer, demasiados momentos sin aprovechar, sin hallarnos, sin darnos la mano.
Nada de reproches. No hemos estado y punto. La razón, qué más da.
Si hay algo en que ambas nos alegramos es de estar de nuevo transmitirnos algo, por nimio que sea, por triste o vacío que sea.

Prometí no dejarte, no abandonar el viaje; pensaba que no abandonaría, que estaría, que no dejaría de viajar.
Y, supongo que no ha sido muy beneficioso que me haya tomado tantísimo tiempo.
Ya sé, tienes más que motivos para no creer ya en mí.
Sí Rosa, eres demasiado ego, no piensas y miras mas que a tu ombligo.


¿Y nadie es capaz de pensar o reflexionar si lo hago por voluntad o porque no sé hacer nada más?
Odio ser como soy. Sí, mi odio y mi rechazo no es que siguen igual sino que van a más.
Por eso, tal vez, me haya puesto otra vez a viajar. Se suele decir que viajar distrae, enseña, ... 
Y yo no persigo nada en este mi viaje que no sea salir de mí y ser alguien que no consigo ser.
Ya sé, soy quien soy y se supone que debo aceptarme. Pero me es más que imposible.
Estoy cansada, harta, asqueada de mi ser. 
Continúo caminando sin compañía alguna, sin saber dónde pertenezco si es que pertenezco a algún grupo, sitio, familia, agrupación ...
Nada busco y busco. Pues de alguna manera, si empecé este viaje fue para algo o por algo. Ya ni lo recuerdo. O sí.
Tal vez sea algo tan inherente a mi ser, el caminar en soledad, el aislamiento a que me veo sometida o que debo asumir.
Todavía no comprendo porqué no me he sentido jamás bien, o más o menos bien.
Odio ser quien soy y odio continuar este viaje que, por otra parte, es algo que no tengo otro remedio que hacer.
En tanto en cuanto me despierto, ya tengo que ... no tengo gusto de o por.
Mi valentía, mi esfuerzo y mis ganas son nulas, más nulas cada vez.

¿Cuál es mi camino? ¿Por qué estoy en este inmenso universo sin saber estar, sin saber dónde voy, simplemente continúo dejándome arrastrar por los minutos, horas, días, meses, años.

El miedo se ha metido muchísimo más en mí. El terror se apodera, me bloquea y me deja sin aliento.

¡Claro que preciso acabar! ¿Para qué sufrir tanto y tanto si mi presencia es tan sumamente  inútil?

Ya ves, somos de nuevo ambas quienes nos escuchamos.  Tú, la niña que me busca para ser protegida y guiada y yo, la adulta que nada puede hacer por ti.


Rosa Mª Villalta.

domingo, 11 de marzo de 2018

DEBO DECIDIR



Intento de todas las maneras no venirme abajo; pero la realidad es que ahí estoy.

La indecisión me acompaña a toda hora; decido una cosa y, al momento, pienso la contraria.¿Cómo se consigue la no contradicción?
Nunca sé si acierto o no; pero, normalmente, acierto más cuando no dejo la decisión tomada.

No sé tomar una decisión y dejarla; al instante o, al poco, la cambio. Y lo más significativo es que la cambio por la contraria. Voy de polo a polo.

Me siento mal. El viaje es bueno, va bien, pero también provoca mucha incertidumbre y toma de decisiones. Sí, decidir sobre mí misma, algo que únicamente debo hacer yo pues es mi vida. Nadie debería decidir por mí o, por lo menos, yo debería no permitirlo.

Mi paso por el teatro no es poco significativo. Me está abriendo las puertas para encontrarme conmigo misma y con los demás.
Me obliga a estudiar, memorizar, estar atenta, tener que pensar en algo o en alguien.
Y algo muy significativo: me ayuda a darme cuenta que hay personas que me valoran y aceptan como soy, sin más. Y quieren mi compañía y presencia. Es posible que sea poco importante, pero para mí lo es y muchísimo.

Esa voluntad de querer mi compañía, de querer ayudarme porque sí, es algo tan extraño para mí, que me cuesta creer que es real.

Me da pánico que conozcan a la verdadera Rosa que hay en mí, a la ignorante,  a la inútil, a la que nada se quiere y se asquea de sí misma.
Temo ser yo misma. Porque yo no soy nada de nada. 

Estoy bastante con la mamá, que el día 9 cumplió 89 años. Y al tiempo que me alegra estar con ella y aprovecho al máximo su compañía, me da terror pensar que puedo no tenerla. ¡Es tan sumamente importante para mi día a día!
Ayer estando con ella comenzamos a ver una película española de los 60. Le expresé que no podía verlas porque me causaba demasiada tristeza el comprobar el paso del tiempo, cómo ha cambiado todo de manera tan aterradora, cómo ya no queda apenas nadie de quienes salían, ¡uffff!, se me hace demasiado triste.


Pero continúo mi viaje. Abro la maleta y quiero coger a ese corazón tan sensible o frío, no sé. Y abrazar a la voluntad que no me delate ni me abandone. Y tener pensamientos que me permitan abrazar la vida, verla con otra perspectiva, con otros pensamientos a los tenidos hasta ahora.

Mis pensamientos fluctúan de una manera considerable, en función de los contextos y situaciones. Puedo asegurar que durante el taller de teatro no existe ningún pensamiento negativo pues no existe la posibilidad de tenerlos. ¡Es tan hermoso que el azar, o la suerte, o qué se yo, me halla permitido abrir las puertas de estas maravillosas personas!


Y, como toda yo, la contradicción no va a dejarme ni aquí: al tiempo que deseo continuar pues es algo que me gusta, deseo abandonar por mi torpeza y mi nula inteligencia y experiencia de la vida. ¡Me siento tan inmensamente pequeña junto a ellos! ¡Extraña, pequeña y desconocida! Quizás, sea por esto, que continúo; porque deseo salir de la incertidumbre que día a día se acrecienta en mí.



Rosa Mª Villalta Ballester











jueves, 1 de marzo de 2018

¿SUEÑO O REALIDAD?



¡Cuánto tiempo sin decirte nada!
Hace tiempo, sí; pero, contrariamente a otras veces que escribía, existen novedades.
Y, contrariamente a lo que hacía al comenzar este camino, en que paraba sin hacer nada y solamente pensaba sin sentido alguno, ahora las hay.

Durante el primer mes de este año 2018, comencé una nueva actividad que me ha cambiado por completo. ¡Ni yo misma me lo podía esperar!
Como ya sabes, siempre has tenido ilusión de hacer teatro; y sí, he encontrado además del momento, las personas adecuadas.
Comencé el año acudiendo a un taller de teatro. Y, puedo asegurarte que es la mejor terapia que he tenido. Ya no tengo tiempo de pensar, de apenarme de mi situación ni de dejarlo todo.
Bueno, no miento, sí, pero no como antes.

Está claro que nada me es fácil y realmente me cuesta; y también me produce bajón. Sí, es algo contradictorio, raro y sinsentido. Acudir al taller de teatro es positivo aunque también me produce un estado de vergüenza incalculable y desespero de hallarme tan estúpida e idiota.
Me gustaría seguir y al mismo tiempo me produce ansiedad.

¡¡Habrá algo claro en mi vida!!

Me angustia ir porque siento estropeo con mi presencia la buena participación de los demás. Pero necesito y quiero aprender. Y eso supone actuar con los demás.

¡¡¡Ufff!!! un verdadero lío y contradicción.

También puedo asegurar que durante este tiempo en el que apenas estoy en casa y por lo cual apenas he escrito nada, estoy mejor que estando en casa en la cama.

Creo haber escogido un buen camino en este mi viaje hacia mi autonoconocimiento. Y, aunque no haga parada alguna, aunque ahora apenas esté en casa, me siento mucho mejor que escribiendo siempre algo que se repite sin cesar.

Ahora, tengo que estudiar, actuar, saberme bien los papeles y .... ¡¡¡¡¡no pensar!!!!

Todo lo contrario a lo que hacía.
Sigo. Quiero continuar este viaje. Aunque ya empiezo a notar miedo y algo de angustia. ¡Es que hasta las personas que conozco ahora son tan buenas y me dan tanta confianza que no lo había sentido nunca!!!  ¡¡Estaré soñado ... o es algo real???

Rosa Mª Villalta Ballester

viernes, 8 de diciembre de 2017

ALGO DIFERENTE



Bueno, a veces, muchas, es muy difícil hallar un motivo, un solo motivo para continuar.

Existo. Estoy en medio de un universo; sin embargo, siento ser invisible, inexistente, como si no perteneciera a este inmenso universo. Y existo. Estoy.

Intento sobrellevar estos días sin sentido alguno de la mejor manera posible; aunque, es más que difícil cuando existes sólo para ti, para nadie, para nada.

Me pregunto para qué llevo una maleta que no utilizo o tal vez deba abrirla y empezar a utilizarla, aunque sea solo para airearla.

Te miro voluntad, y ... ¡no puedo mas que entristecerme cuando te dejo abandonada en el fondo! ¡Dame la mano! ¡Vamos! ¡Necesitas salir de esta maleta! ¡Al menos, me sentiré útil dándote la mano y que no estés sola!

Tengo un presente, cierto. Y mientras te doy la mano, voluntad, me pregunto qué podría hacer, qué cambiar, qué hacer diferente que no haya hecho todavía.

¡¡Uffff!!! ... ¡Infinidad! Pues hacer algo nuevo, diferente, ..., bien poco he hecho.

¡Eso es! Tendré que hacer o intentar hacer cosas que jamás haya hecho o no haya ni intentado ni probado, ya sea por temor, vergüenza, desconocimiento, ingenuidad ...

Veo mi pasar la vida como una línea continua, sin ningún cambio, solo lamentándome de mi pésimo estado.

Y eso ... he de hacerlo yo. Con mi única compañía, conociendo e intentando averiguar qué cosas podrían motivarme y no he hecho, qué necesidades tengo y tratar de paliarlas, qué curiosidades jamás he sentido.
Nadie más que yo ha de saber todo esto. Y, aunque nada sepa al respecto, aunque me sienta una muerta viviente, aunque solo exista, no hay mejor logro para continuar mi viaje que hallar estas respuestas.

Así que ... continúo viajando.

Rosa Mª Villalta Ballester

lunes, 4 de diciembre de 2017

DECIDO SER LIBRE



Es pesado y triste estar de viaje sin saber dónde quiero ir, sin nadie que me espere, sin a nadie a quien visitar.

Pero decido no seguir triste. Hoy hace frío y me gusta. Tenía ganas que desapareciera el bochornoso calor que reinaba durante tanto y tanto tiempo.
Hoy he ido al trabajo en bicicleta, por el río disfrutando del frío de la mañana. 
¡Libertad! He sentido una inmensa libertad. He ido sin prisa alguna, saboreando lentamente el transcurso del pedaleo y el frío frío que sentía en mi cuerpo.

Mi soledad me permite disfrutar de una inmensa libertad, de una sensación indescriptible de estar fuera de, como siento estar cuando me encuentro dentro de.
Mi primer día de un nuevo viaje. Y, por novedoso,  desconocido y necesario conocer para continuar y no caer. Lo mejor: lo estoy haciendo. Estoy yendo, viajo, decido, soy yo misma en este mismo momento.

Mi maleta, casi vacía, no pesa. Rosa necesita sacar de la maleta, aunque se quede sin nada, las piezas que le proporcionan angustia y dolor, las que hacen que desista en el intento y no encajan con sus necesidades.
Sí, Rosa, necesitas hacer ese viaje sin nadie, siendo tú misma, sin influenciarte por nadie ni de nadie. Necesitas estar tú, contigo y determinar, aunque ya sea tarde, qué piensas sin ningún tipo de perjuicios o pensamientos ajenos. ¡Sé tú misma!

El día que seas tú misma, sin pensar lo que dirá la mamá o Mª Amparo, el viaje habrá cumplido su cometido.

Al preparar la maleta te dijiste que no había prisas; y, no las hay.

Es mejor parar, respirar, sentir el frescor y tener serenidad ... que apresurarse para agobiarse y volver a casa sin ser tú misma y sin tener tu propia personalidad.

Te tienes a ti misma, tienes salud, tienes derecho y necesidad de dejar todo tipo de influencia que haga que dejes de ser tú misma.

¡Cuántos años perdidos y desperdiciados!

¡Qué vida más monótona e insulsa me he forjado!

Ya sé que de nada sirve el lamento. Por eso, mañana continuaré el trayecto.

Hoy, al menos, he hecho lo que precisaba que era ir en bicicleta. Sin decir nada en casa: decidiendo ser libre.


domingo, 3 de diciembre de 2017

PREPARANDO LA MALETA




Este es el principio de un viaje; un viaje que debiera haber comenzado hace mucho mucho tiempo y que no he sido capaz de realizar.

Hoy preparo la maleta que preciso para dicho viaje: necesito voluntad para llegar a buen puerto; necesito un pequeño pero gran objetivo, el ser yo misma; necesito dejar que la persona que se está expresando lo haga sin pensar mas que en ella misma, olvidando miedos, reproches, inseguridades, "callas", "no hagas eso", "no digas lo otro".

Quiero llevar una maleta ligera, sin complicaciones, que me permita coger aquello que me permita ser yo, que pase cualquier control sin ningún otro que no sea mi propio pensamiento. 

Una maleta que, aunque me la roben, continúe llevando conmigo lo esencial de mi vida: el corazón latiendo, el pensamiento y la voluntad.
¿Ilusión? No realmente. ¿Necesidad? Sí.

Nadie me espera, nadie me acompaña. No es ni un viaje de trabajo ni de placer. Quizás, en el momento más adecuado. No hay prisa alguna, de ahí la necesidad de no llevar compañía. 

No he preparado ruta alguna, ni su fin. No me importa dónde llegue, ni cuándo. Importa muchísimo que hoy parto de viaje.

No hay vuelta atrás. Ni esperas. Ni llegadas. Importa que hoy decido hacer un viaje a ninguna parte. Importa el hacerlo, el llevar conmigo la maleta ligera que en cualquier lugar cabe.

No voy ni en avión, ni en barco, ni en tren. Voy por mi propio pie. Soy libre de parar cuando desee o necesite. Soy libre de dormir mirando el cielo o bajo el calor de una manta.

Soy mi propia compañía. He de cuidar a esa compañera que conmigo va. Y seguro que ella cuidará de mí. 

Así es que, ..., ¡ voy a empezar mi viaje!

Rosa Mª Villalta Ballester