Antes que nada, respétame.
Antes que nada, conóceme.
Antes que nada, interésate.
El tiempo es el único activo
que demuestra el acierto.
Las impresiones son engañosas
pero los actos en el tiempo no.
Las palabras sin sus actos,
son mudas como la hache.
Los gestos nada elocuentes,
dejan dudas y gran amargura.
La realidad, el tiempo asegura,
con actos que se repiten y fijan.
Por eso, antes de clasificarme,
deja un tiempo en conocerme.
Por eso, antes de sentenciarme,
apóyate en mis actos diarios.
Por eso, antes de rechazarme,
pregúntate la razón del rechazo.
Por eso, antes de rechazarme,
interésate con quien hablas
y no te lleven apariencias falsas.
Rosa María Villalta
Nadie puede juzgar a otro sin antes conocer su realidad. Muy buena lección nos dejas en tu poema.
ResponderEliminarUn beso dulce Rosa.
Un poema lleno de sabiduría.
ResponderEliminarBesos.