Mejor no pensar, sentir,
sentir esos dedos húmedos
derretirse sobre mi piel,
esos músculos contraídos
para relajarse después,
esa historia fantaseada
que permite ponerme a cien
esos besos que me ahogan
en mi boca, me provocan,
me encienden, me elevan.
Mejor no pensar, sentir,
los pechos su estremecer,
deseo del más alla, correr,
haciendo pausa, detener,
mientras la vagina grita,
dedos que sacien su sed.
Y así, los pezones duros
precisan su roce también,
tal vez soplo o susurro
cual mejor suave placer
y las manos por allá abajo
van delicadas, despacio,
sin prisa, cual dulce brisa,
que eleva su temperatura.
Deseos del instante tener
de la sensación no dejar
de volar y ser libre, libre,
dejando al cuerpo vibrar,
mientras con delicadeza
toda yo soy puro volcán,
un volcán activo, sin freno,
que jadea, grita, mueve.
Y ... halla su final bello,
y siente cómo se pierde,
se pierde ... se siente ...
y sigue con su erotismo
porque sentir es eso,
dejarse llevar y pasear,
correrse hasta las estrellas,
sentir, sentir, ... no pensar.
Quiero correrme al infinito
y no parar, deseo, locura,
fantasías perversas desnudas,
deseo de todo lo reprimible
que busca solo desenfreno.
Y eso .. eso ahora deseo,
volar en mi propio sueño
y sentir la vida, sentir sexo,
donde todo es permitido
donde solo soy mi cuerpo
donde aparto cualquier idea,
cualquier tabú y estigma
y soy yo ... sin más ...
mi ayuda, eficaz medicamento,
esencia que busco y hallo
necesidad básica que sacio.
Rosa Mª Villalta Ballester