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jueves, 19 de marzo de 2020

PODRÍA ... Y PUEDO

Yo podría ser una infectada,
podría perder a mi anciana madre,
podría sentir la rabia e impotencia
aunque la siento sin ser afectada.
Yo podría gritar mi aburrimiento
apartando la realidad que clama,
olvidando la seriedad del problema
burlándome de todo sufrimiento.
Yo podría aumentar mi ignorancia
a una verdad que ahora alcanza
mirando únicamente a mi ombligo 
tratando de alegrar mi estancia.
Pero yo puedo pensar y actuar
puedo realizar otra actividad,
puedo evitar infectarme y ayudar
a mis seres queridos sanos estar.
Y puedo pensar en poder hacer
un poema que se pueda leer,
unas letras que vean la realidad
del dolor y el sufrir sin igual.
Y puedo aprender y aprehender
aquello que no llegué a conocer
mirando a otros seres humanos
para alegrar la vida y no mi ser.
Yo puedo escribir estas letras,
yo puedo expresar y saber,
yo puedo participar en la vida
yo puedo decidir poder hacer.
Yo puedo contagiar bienestar
yo puedo escribir y tú leer;
yo puedo desear toda mejoría
y que la muerte deje de ser.
Yo puedo quitarte unos instantes
y acompañarte si es tu querer.

Rosa Mª Villalta Ballester

AUSENCIA

Estos días en que la sociedad se ha de cerrar, ha de dejar la vida social, el estrés laboral, el encuentro de pleno con el ocio, con sí mism@, la familia, ... para la gran mayoría supone un serio problema; pero, para una minoría, supone un respiro, un encontrarse consigo, una ausencia de obligación de estar con otra persona.
Para la gran mayoría, lo más natural, es estar junto a otras personas, hablar, discutir, besarse, abrazarse, ...algo que para una menos mayoría supone relajarse, estar natural.
Esta situación para muchos traumática, para la gran mayoría, para una no tan mayoría supone una realidad diaria. 
La ausencia de compañía, de una amistad, de un beso, un abrazo, una caricia, algo tan natural pero que ciertas personas carecen.
Sí, se puede vivir sin esos besos, sin esas caricias, sin esa pareja, sin esa amistad; se puede vivir en soledad aunque no sea lo más deseable.
Y quien ha aprendido a vivir de esta manera, vive con menor angustia estar encerrado por necesidad, porque esa persona está encerrada siempre no por voluntad sino porque sea el azar, la casualidad, o qué se yo, así lo determinan.
No obstante, no termino de comprender ese agobio, ese desespero que ya se manifiesta en el quinto día de alarma; sinceramente, ¿es la persona tan dependiente de salir,  de empezar a poner música a tope por redes sociales como forma de animación cuando a lo mejor se está molestando a vecinos que están descansando o necesitan tranquilidad? ¿cómo se entiende esa necesidad tan manifiesta de contacto aunque sea digital cuando al subir al autobús por ejemplo las personas no se saludan siquiera ensimismadas en sus móviles o tablets? 

Ausencia de obligación laboral, ausencia de horarios, ausencia de relación social, ausencia de ... objetivo, necesidad, anhelo.
Quizás este período de confinamiento sea una señal para apreciar realmente el valor de la vida y el valor del tiempo.

Y, desde este confinamiento, espero se supere la pandemia y se recobre una vida ... una nueva vida que antes no era.

Rosa Mª Villalta Ballester

QUÉDATE EN CASA

Quédate en casa, no lo dudes;
para el bien tuyo y el de tod@s;
para ayudar a paliar contagios;
para enriquecer la humanidad.
Quédate en casa, no lo dudes;
no es un castigo, es necesidad;
el castigo es dejar tu vivienda
y contribuir a aumentar el mal.
Quédate en casa, no lo dudes;
ni escaleras ni azoteas utilizar;
que no pasa nada por esperar
que no solo salir da bienestar.
Quédate en casa, no lo dudes;
que contigo por fin te hallarás;
que la distancia y el solo hogar
permite aprehender la realidad.
Mas pierden quienes mueren
sin superar la maldita epidemia;
y quienes les despiden tristes
sin consuelo y gran impotencia.
Quédate en casa, no lo dudes;
y felicita a quienes se exponen:
en hospitales y demás centros,
en calles y locales que abren,
en ayudar exponiendo su vida,
en hacer la vida algo más fácil.
Y ojalá quienes casa no tienen,
reciban la ayuda que requieren;
pues esos sin techo te dirán:
quédate en casa, tú que puedes.
¿Qué será de ellos estos días
que tan importante es cerrarse?
Deseando se acabe pronto,
no ya tanto por estar en casa
sino porque la pandemia acabe.
Quédate en casa, no lo dudes;
ya habrá tiempo para abrazarse.
Un beso, un abrazo, esenciales;
pero, sin vida, jamás darse.


Rosa Mª Villalta Ballester.



jueves, 12 de marzo de 2020

APRENDIZAJE

Más allá de mí misma,
solo hay incertidumbre.
Sólo en mí la actitud,
del aprender la cumbre.

Rosa Mª Villalta Ballester







ACTITUD

¿Y quién decís que sois vos?
¿La alegría que no poseo?
¿la esperanza que no tengo?
¿No ve qué triste me siento?
¿Acaso voy a perder tiempo?

Perdone usted mi intrusión,
molestarle no es mi intención.
Tan solo pasaba a saludarle
ni asustarle ni molestarle.
Su tiempo es solo de usted
aunque a la tristeza se lo dé
y si le quitara ese su tiempo
podría otra sensación tener.

¿Por qué me dice usted eso
si no deseo tristeza tener?
¿Por qué no sale y me deja
y se ocupa de otro menester?
Su osadía asusta y molesta.

Me iré por donde he venido
pues no soy bien recibido.
Lejos de osar mi presencia
más me asusta su respuesta.

Y luego buscan alegría
cuando la tiran sin mirar.
Y luego padecen de miedo
cuando asustan al hablar.

Quédense con la copla
que lo que se ha de temer
es dejar pasar cosas buenas
por el lamento y la tozudez,
que dejar malos momentos
es cuestión de algo hacer.

Y no se quejen y lloren
y de víctimas dejen de ser,
que para nada sirve dejarse
si bienestar se quiere tener,
pues con esperar no se halla
lo que con actitud se alcanza.

Rosa Mª Villalta Ballester


sábado, 7 de marzo de 2020

MEJOR AMIGA O GRAN RIVAL

No hay que buscar fuera
la tristeza que destroza,
la ausencia de bienestar,
la victoria o la derrota,
el deseo, la esperanza,
la visión de oscuridad.

No está en un desamor
la base de la infelicidad,
la necesidad de acabar,
el sentir un gran fracaso,
dejar a la angustia pasar.

No hay mayor fortuna
que apoyarse en la verdad;
que si una relación no dura
el amor propio es principal;
pues no hay mejor cariño
que el que cada cual se da.

No existe mayor error
que querer amor sin amarse,
si en la queja y en el lamento
se ampara cualquier intento,
si se piensa en los demás
como fuente del sufrimiento.

No hay mejor aprendizaje
que sustentarse en cada cual,
adecuarse al presente y aceptar
que no es sino cada persona
su mejor amiga o gran rival.


Rosa Mª Villalta Ballester

domingo, 1 de marzo de 2020

VOLVER A EMPEZAR

Dedicando instantes a la tristeza
dejando de lado al bienestar,
se acostumbró mi vida a ello 
despareció las ganas de soñar.
Dejé mi pensar en la agonía,
tormentosa y deseosa de acabar.
Gritaba y deseaba otra nueva vida,
pero solo refugiada en mi malestar.
Y cada instante más desdichada,
dejando pasar las horas y los días.
He perdido gran parte de la vida
esperando bienestar y alegría.
Y me di cuenta que solo esperaba
refugiándome en el llanto y la nada.
Y he aprendido que desear estar bien
es acariciar aquello que bien hace
y acercarlo más y más a mi ser.
Y estoy sintiendo la dificultad
que no es sino dejar lo habitual.
Y aunque la tristeza esté conmigo
la dejo pasar sin darle cobijo.
Y sí, me da miedo sentirme bien;
dejar de hacer como hacía.
Pero nada pierdo por emprender
otra forma de pensar y hacer.
Soy incapaz de quererme lo sé;
ni pensar en dedicarme placer.
Pero refugiarme en mi dolor
lo hice dejándome mal sabor.
Ahora aprendo a des-habituar
y caigo porque es dificultad.
Pero si realmente quiero vivir
es para amar la vida y sentir
el agrado que jamás me permití.
Y así mirando pasar la tristeza
permito a la alegría poder surgir.
Y acepto aun sin creer los halagos
y acepto el error en mi percibir.
Y los pensamientos inadecuados
que provocan dolor y rechazo
procuro con dificultad cambiar
para también al cuerpo halagar.
Y vuelve a nacer otra persona
que siente lo que jamás sintió.
Pero los pensamientos llegan
y las emociones atormentan.
Y sé que siempre retornarán
y dejaré o no su continuidad.
Abrazo la vida y su respirar.
Abrazo el placer y el bienestar.
Y como las nubes son al cielo
miro la tristeza y el dolor pasar.
Y así, voy mirando la tristeza
y así la dejo o no en mí habitar.
Y como el cielo que cambia,
cambia también mi malestar.
Y ahora miro hacia este cielo
que sin una nube hoy está.
Y ahora siento mi respirar
y quiero volver a empezar.

Rosa Mª Villalta Ballester