¿A qué esperas?
¿a no hacer y conseguir metas?
¿a lamentarte sin esforzarte?
¿a envidiar a otra persona
que consigue lo que recelas?
¿a quejarte de todo y todos
como hábito para hacer algo?
¿A qué esperas?
¿A desaprovechar tu tiempo,
ahora que una ocasión llega?
¿A llorar sin consuelo, triste,
por tu realidad que no deseas?
¿A esperar ese amor de otros
a quienes ofreces dolor y pena?
¿A qué esperas?
¿A que alguien te proporcione
aquello que ni siquiera deseas?
¿A que salga el sol un nuevo día
y ver la luna que la noche espera?
¿A escribir una historia vacía
porque la espera nada rellena?
Esperar, esperar, .... puedes.
Aferrarte a la espera .... nada lleva.
Ahora, no esperes, sueña,
y haz lo que sea, aunque mínimo,
para escribir en tu página de hoy
que hiciste lo que jamás esperabas:
dejar a la espera sin ningún valor.
A la espera solo se le detiene
si se contrarresta con la actividad.
Abre bien tu pecho y respira,
porque eso solo ahora harás.
no dejes ni un solo segundo,
que tu espera no sea tu bienestar.
¡Despierta, no te duermas!
que ... la espera no se duerme.
Rosa María Villalta
Muy cierto todo, sobre todo ese final. Que estés pasando un bonito día Rosa.
ResponderEliminarUn beso dulce y dulce semana.