Sombras que buscan una mirada
que albergan deleite y curiosidad.
Sombras que guardan secretos
para jamás a nadie poder expresar.
Sombras que detienen una vida
que impiden vivir con libertad.
Sombras que jamás se ocultaron
que cegaron la ilusión de avanzar.
Sombras que dejaron sus huellas
que fueron a un horizonte hallar.
Sombras que se pintan y deleitan
que sucumben tiempo sin pasar.
Sombras que nada dicen y oyen
que con un rayo de sol se van.
Sombras que hay en la memoria
que no son posibles delimitar.
Sombras que dejan los ausentes
que ya no se pueden iluminar.
Sombras que dejan las palabras
que de actos no saben formar.
Sombras que deja la esperanza
que la realidad difumina y apaga.
Sombras que deslumbran vacío.
Sombras de aquí y del más allá.
Rosa Mª Villalta Ballester
Que o amor, pelo menos esse, nunca viva envolto em sombra
ResponderEliminarGostei muito do poema. Intenso e profundo.
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Abraço
Cuide-se
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Pensamentos e Devaneios Poéticos
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Si nosotros mismos proyectamos una sombra, no toda sombra debe ser negatividad y habrán tantas como en tus versos muestras.
ResponderEliminarUn beso dulce.
La vida con sus luces y sombras… No hay la una sin la otra; y ambas, son parte del equilibrio de nuestro mundo…
ResponderEliminarIntenso y sentido, querida amiga.
Un placer leerte…
Abrazo grande, y muy feliz día 💙
Hay sombras que nos cobijan del sol que quema ..pensemos que no toda sombra es negativa. Besos querida Rosa.
ResponderEliminarCantaba el poeta árabe Ibn al-Mu'taz: "¿Acaso el mundo no es sino la sombra de una nube que, no bien el hambriento de sombra la anhela, se disuelve…?"
ResponderEliminarY en el blog La sombra de la nube se lee:
"Estos versos del poeta abasí Ibn al-Mu’tazz son esenciales para comprender el latido de cada día y de cada corazón. Todo lo que acontece es efímero. La vida es pasajera. Nos es dado un tiempo, no siempre. Nos es concedido un espacio, no siempre. Nos cubre un cielo, no el mismo todos los días. Aceptar el límite no es abandonarnos ni renunciar.
Se puede vivir como si fuéramos hijos de la eternidad. De esa actitud nace la ficción. Se puede vivir como si fuéramos artesanos de la intensidad. De esa reacción surge el conocimiento y el placer. La brevedad, siempre relativa, no es motivo para desistir. Más bien es aliciente para prospectar y remover nuestro misterio íntimo. Ojo bien abierto para escudriñar las profundidades en las que nos recreamos. Es decir, en la mirada sobre el mundo volvemos a nacer y sorteamos la insensatez de la inercia."
http://lasombradelanube.blogspot.com/
Reflexivas sombras en tus versos. Saludos amiga Rosa.
ResponderEliminarEl ser humano es sombra y luz, un abrazo.
ResponderEliminarCuídate.
Besos.
Todo es una gran sombra.
ResponderEliminarHoy he asistido al entierro de una.
Quizá sea hora de transformar esas sombras en luces...
ResponderEliminarUn saludo.
Iluminadoras sombras, Rosa... Tú me entiendes.
ResponderEliminarAbrazo gigante.