El miedo empieza, si no había, en las personas tras las últimas noticias. Este virus parece no tener rival.
La esperanza se encajaba tras una mirada que no miraba a ningún lugar. Pasan los días. Y cada día los casos van a más. Se habla de picos, de oleada, de cepas, vacuna ... pero ahí estamos. Sin poder hacer vida normal. Perdiendo puestos de trabajo. Viendo cómo esta pandemia está descontrolada. Y ahora, ¿esperar qué? ¿Qué más hay que hacer o no hacer? La paciencia, como la esperanza, tiene un límite.
¿Cómo vivir sin poder hacer? ¿Cómo tener esperanza cuando no se tiene nada para comer ni casa donde habitar? ¿Qué más paciencia si la soledad, el aislamiento se impone en nuestra vida?¿Cómo encajar que no hay tal control sobre la enfermedad y día a día los contagios y muertes van a más?
Ya nada puede ser igual. Y me pregunto si, cuando acabe esta pandemia (algún día), seremos capaces de recobrar esa normalidad que conocimos. Si seremos capaces de quitarnos esa mascarilla sin temor, si seremos capaces de volver a ese contacto físico tan necesario pero ahora tan rechazado o nos habremos ya acostumbrado, aprehendido, esta nueva forma social que nos resultará difícil la antigua normalidad, pues viendo lo que se ve, la normalidad queda ya atrás.
Quizás, lo que haya que adaptarse es a una moderna y actual normalidad pues lo normal, en estos momentos, es la distancia y la inseguridad.
Rosa Mª Villalta Ballester
El mundo de antes de la pandemia ya no volverá.
ResponderEliminarSerá otro mundo.
Con menos espontaneidad y muchos miedos.
La vacuna es la gran esperanza pero ya hablan de cepas que necesitarán nuevas vacunas, y el problema no es crear la nueva vacuna, el problema es distribuirla otra vez.
Si con la actual vacuna vamos tan lentos... imagina si hace falta empezar otra vez con vacunas nuevas.
Me temo que esto va a durar mucho tiempo.
Besos.
Presiento que tardaremos años en volver a la normalidad.
ResponderEliminarPero demos gracias a la vida por seguir respirando cada día.
Intentemos ver el lado positivo. De todo se sale. Y si con la gripe española lo consiguieron nuestros antepasados. Nosotros también.
Mucho ánimo.
Un abrazo.
Hoy tu entrada nos muestra el fiel reflejo de una realidad aplastante que nos afecta a todos y, poco a poco, va minando nuestro ánimo ante la incertidumbre se sí, algún día no lejano, recobraremos la paz.
ResponderEliminarHoy comentaba con uno de mis hijos, que es médico, que estamos igual o peor que en marzo del año pasado cuando nos confinaron sin salir de casa durante meses.
No cabe duda de que, lo que estamos viviendo, dejará huella profunda en nuestras vidas.
Cariños.
kasioles
Realidad de un presente, ahora bien debemos tal vez cambiar de modos de ver la vida , o seguir pensando que esto va a volver dentro de un tiempo el que sea a ser igual. No lo tengo tan claro. Pero una cosa es cierta vivamos el día a día con esperanza y moldeemos otro futuro ni mejor ni peor diferente . Lo importante es vivir. Un fuerte abrazo y la esperanza jamás la perdamos en el ser humano.
ResponderEliminarEsto pareciera no tener fin , una ola tras otra, ...
ResponderEliminares un desafío a la paciencia, y ver cómo se afecta economía y salud mental de todos,de unos más , de otros menos, por tanto aislamiento, por tanto miedo...
y cuesta ponerle esperanza a la vida pero no hay más remedio que hacerlo.
Un abrazo grande para ti.
Creo que este año, lo poco que llevamos por supuesto, está siendo una extensión del anterior. La esperanza son o eran las vacunas, pero pareciera de que su efectividad aún no es la que nos pueda asegurar volver a la normalidad de antes. Solo queda seguir adaptándose a lo que vivimos hoy.
ResponderEliminarUn beso dulce.
Un gran cambio acaba de iniciar con la pandemia. Los años venideros serán cruentos, de derrumbes y acomodamientos. Pero un par de décadas después comenzará a clarear un mundo mejor. Los que queden, disfrútenlo...
ResponderEliminarAbrazo grande, amiga.
Aún no está claro por qué esta modalidad de virus -y mira que hay constantemente y causan estragos otros más habituales hasta ahora- se ha proyectado más sobre el planeta. El tiempo y la investigación a varias bandas nos lo dirán. Los virus son dese siempre compañeros de viaje -también las bacterias- pero no hemos querido enterarnos. Igual uno de ellos se están vengando de nuestro desdén.
ResponderEliminar