No dejaré que tus manos
cesen el calor ya suscitado,
piel con piel bien pegados,
y nuestros sexos enlazados.
No callaré al fuego provocado,
ni negaré los besos buscados,
ni huiré sin el placer hallado,
ni pasaré sin haber regado
la pasión y deseo a mi lado.
Y mimaré dulce todo tu ser
y provocaré tu gran placer,
y dejaré a mi cuerpo fluir,
dejando que la vida ... vida,
atraviese mi cuerpo y mi ser.
Y sentiré la luna aun con sol,
y sentiré el sol aun con luna,
y la vida tendrá su lugar,
y será un paraíso singular.
Rosa María Villalta