Sin saber, sin desear.
Como un mueble raído,
que nada puede esperar.
Y una sed implacable,
anhela, imagina, idea.
Y una piel que sensible,
al roce es todo vibrar.
Y un palpitar incesante
que quiere ir más allá.
Ahora, ser puro fuego,
descubre su intensidad,
caliente, frío, vibrante,
movimiento excitante.
Y un cuerpo despierta,
asoma, grita, revive,
lejos de inercia pura,
cerca de impulsividad.
Y el cuerpo que ahora,
raído por su negación,
es capaz de conseguir
aquello que, en su día,
ni siquiera en fantasía,
era el alivio y el goce.
Sabiendo y deseando.
Sin negar ni esconder.
Con la vida y el deseo,
con éxtasis y con placer.
Rosa Mª Villalta Ballester
Libre, como estos versos fusionan deseo y placer.
ResponderEliminarAbrazo hasta vos.
Puro fuego para el lector también.
ResponderEliminarBesos.
Nunca hay que negarse a sentir placer, menos aún al propio placer. Hay que vivirlo intensamente.
ResponderEliminarUn beso dulce y dulce semana.
Siempre he sabido que tú tenías mucho que dar.
ResponderEliminarMás de una vez te he dicho:¡Tú vales mucho, mi niña!
Te dejo cariños en un fuerte abrazo.
Kasioles
Sensualidad derramada en versos amiga. Un placer leerte. Saludos y abrazo.
ResponderEliminarLindos versos.
ResponderEliminarTodo en armonía, deseo y sabiduría.
ResponderEliminarBesos.
Este poema me hizo recordar a mi madre, gracias es un sensual poema. Espero estés muy bien, nosotros saliendo del Covid, ya mejor gracias a Dios, Un abrazo
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