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miércoles, 28 de agosto de 2019

AUNQUE NO LO ADMITÍA



(imagen de mi autoría: jardines de Peterhof San Petersburgo)

Y aunque no quería, he vuelto a pasar un nuevo verano. Y aunque no lo planeé, he estado visitando un lugar lejano a donde me hallo.
Y es así como van pasando las estaciones, los años, los momentos.
Es así cómo se siente angustia, alegría, tristeza, calor humano o rechazo. Y quizás haya oportunidades para aprovechar que no realizamos por estar inmersos en un pensar, en un esperar a que algo cambie sin saber concretamente qué y sin hacer nada.

Y así van pasando los años, las circunstancias, los temores, las dichas y las penas. Y vuelta de nuevo a otro septiembre donde se comienza otro nuevo ciclo, ya sea curso escolar, trabajo, relación, ...
Vivimos tan inmersos en la rutina que no nos damos la oportunidad de hacer algo diferente que nos permita una percepción, un sentir, un pensar diferente hasta ahora. 

Y así, estoy de nuevo angustiada ante el inicio de un nuevo curso, como cada año, como tras cada período vacacional. Y de nuevo, como si de un colegial se tratara, siento la angustia y el desespero ante la entrada a un nuevo lugar de trabajo. Y, de nuevo, angustia de sentirme incapaz, de tener que relacionarme con personas, de pasar de un larga temporada estival a la obligación de tener que cumplir y presentar cosas en un determinado momento.

Y aunque no quería, he cumplido un año más simplemente pasando, existiendo, admitiendo, asumiendo. 

Y aunque no lo admitía, reconozco que el verdadero problema, el fondo de todo no es la rutina, ni la vuelta a ella. Es algo mucho más profundo y nuclear como la inseguridad, el miedo, la desconfianza, esos pilares, que si ceden y no existen,  hacen la vida del ser humano un verdadero infierno.

Aunque no lo admitía, me equivoqué con el paso de tiempo; ahora admito mi error para no pasar en vano el tiempo.


Rosa Mª Villalta Ballester

CARTA A LA EDAD




(imagen de mi autoría)


A ti, edad, me dirijo,
tú que cuanto más grande, se supone más sabiduría.
¡Alegría de nacer, de despertar una nueva vida! Entonces, nada se siente; o, al menos, no se recuerda. O, tal vez, intercede más adelante.
¡Dichosa buena niñez que goza de aquello que proporciona bienestar! ¡Ay de la infancia en que la desgracia acompaña! 
Tras la niñez, una adolescencia puede que aprovechada o no, vivida o no al máximo, pues etapa que pasa rápido, aunque parezca que la adolescencia se tiene siempre.
Y esa juventud en la que se prueba, se experimenta, se asientan los valores de lo que pasará a ese ser adulto, etapa más calmada, sosegada, donde se experimenta, se vive de una manera muy diferente a las anteriores.
Y esa vejez que puede ser agradable o no, según las circunstancias.

Edades diferentes, circunstancias que marcan decisiones, sentires, pensares.

Edades deseosas, deseadas, rechazadas, ignoradas. Edad inolvidable, que marca una etapa; que se ignora, se olvida, por dejar una marca de dolor, de angustia, de temor. 

Edad que no puede ignorarse, que ha de admitirse, asumirse, conocerse. Que se abre paso.

A ti, edad, te dedico esta carta porque no se te puede cambiar.

Rosa Mª Villalta Ballester

martes, 27 de agosto de 2019

IRRESISTIBLE REGALO DE LA VIDA



(imagen de la red)

Quizás sea la edad,
quizás la melancolía, la duda;
quizás necesidad, locura;
tal vez embriaguez, descenso;
quizás la sangre que corre,
esos pechos que tanto dicen,
ese vibrar que tanto clama,
ese fuego que arde en deseo,
que despierta intenso sexo,
que hace arquear gimiendo
que se funde en su orgasmo
libera, juega, desarma, llega,
infinita y sensual plenitud
irresistible regalo de la vida.

Rosa Mª Villalta Ballester

lunes, 26 de agosto de 2019

DESEO



al desear al placer llegar,
al fantasear con esas manos
que a mis pezones pellizcan
mi vulva tiembla y lubrifica
posesa y atada de locura,
mientras acaricio un pene
que mi humedad enloquece
y se funden en un abrazo
ambos sexos acoplados?
¿Qué pecado puede existir
al poner erecto un falo
que necesita ser liberado,
lamerlo y provocarlo?
¿Qué pecado puede existir
por saborear el jugo sexual
hallar un sentido orgasmo
jugar, penetrar, acariciar,
vibrar, contraerse, sanar?
¿Qué pecado puede existir
si el sexo no es forzado
si el placer es buscado
y, jugando, es encontrado?

Rosa Mª Villalta Ballester

domingo, 25 de agosto de 2019

ME QUEDA


(imagen de mi autoría)

Me queda dejar de esperar
aprovechar el momento sin más,
plantar y regar nuevos sentimientos
dejar el pensar que arruina vivir
forzar la alegría hasta sus raíces
hacer, para a la debilidad detener.

Me queda sonreír y agradecer
sentir cuanto bueno me acompaña
si del insuficiente valor se empaña
mirar a quienes la desgracia pasar
y sentir latir el corazón su compás.

Me queda el amor por ofrecer
la salud que conmigo se abraza
la tristeza cuya alegría necesita
el tiempo que dejo y que pruebo
la expresión escrita de la vida.

Rosa Mª Villalta Ballester

AGOSTO



(fotografia de mi autoría)

Agosto es testigo de mi ausencia,
las calles descansan, casi desiertas.
No hay prisas, ni salidas ni entradas;
allá donde voy, sin esperas estoy.
Ya se derrite este incesante verano
ya se puede recordar cómo inició.
Y la vida continúa, con otra estación,
con otros deseos o insatisfacción.
Agosto quema sus últimos cartuchos
y yo mis últimas horas de una etapa
que cierro para pasar otra página
en esta vida que todavía me abraza.


Rosa Mª Villalta Ballester.




sábado, 24 de agosto de 2019

.. Y ASÍ




Y así pasan los días,
y así es aire es mi aliado.
Las nubes grises escampan,
las sendas así se embarran.
El sol se ha tornado gris
quema la hermosa esperanza
donde no habita el deseo,
allí donde la nada aguarda.
Y así llegará el último suspiro
tratando al placer como llama
sintiendo los intensos latidos
liberando el cuerpo su sentir
dejando al orgasmo existir.
Y así se renueva el deseo,
y así se detiene el lamento;
así tormenta y placer se besan,
así, la pasión, su fundamento.

Rosa Mª Villalta Ballester