Te diré que lamentarse empequeñece,
que se pierde el momento de crecer,
que si de algo hay que quejarse
es hacer nada y que el viento arrastrre.
Te diré que siempre se puede cambiar,
que el pensamiento puede ayudarte,
pero solo tú tienes que esforzarte.
Te diré que no hay nada escrito,
que hoy somos nuestro propio camino,
que solo tú has de proporcionarte
aquello que te permita ir hacia delante.
No dejes que tu alrededor y circunstancias
atrapen tu ser y te dejen aparte.
No te dejes influir por nadie.
Sé tú mismo y sigue adelante.
No mires atrás, ya no retrocedas.
Tus pisadas, ¡siéntelas!, ¡continúa!
Pisa fuerte y no permitas rendirte.
Siente tus pies, siente tu cuerpo,
esos con que sientes y respiras.
Y no te aceleres por llegar al final.
Es el propio camino, tú mismo,
con quien te has de confortar.
Rosa María Villalta
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