¿Cuándo verás en mis ojos
el deseo que tanto escondo?
¿Cuándo sentirás mi fuego
que precisa ser sofocado?
Dime, ¿qué parte hay en mí
que no muestre excitación
sin ningún roce pasajero?
Y la piel responde, habla,
y las manos por todo pasan.
Y las palabras se extinguen.
Y los gemidos todo nutren.
Y las fantasías su morada.
Y los dedos con buen juego.
Y las lenguas tan raudas.
Y se penetra, se saca, se lame.
Y ... ¡el éxtasis! ... aclama ...
Y tras las sacudidas, el placer.
Y con el placer, la calma.
Rosa Mª Villalta Ballester
Esa calma que también es placer, porque el goce sexual es un todo. Un intenso poema Rosa.
ResponderEliminarUn beso dulce.
Que no tarde!!!
ResponderEliminar:)
Besos.
Es hora que salga a la luz, no se puede esconder lo que tanta se desea y se pide a gritos. Un poema intenso con voz de ayuda a ser hecho realidad. Un besote y muy feliz martes.
ResponderEliminarQuema tu poesía. Alto vívido erotismo, amiga. Te felicito...
ResponderEliminarBello amiga. Todo se descubre con el tiempo.... espero no tarde... Saludos.
ResponderEliminarUn poema que logra decir sin necesidad de ocultar nada, excelente!
ResponderEliminarAbrazos!
Guauuu, a esto yo le llamo
ResponderEliminaruna sobredosis lujuriosa de vivir
todo con gran intensidad.
Un placer Rosa.