A esa nostalgia que acompaña,
nada hay que haga volver a lo que tanto nos haya podido gustar, a aquellos momentos tan intensos y buenos que ya se quedaron atrás.
Nostalgia, tienes el poder de estar en el presente siendo del pasado y arrastrar nuestro sentir soñado aquello que ya no tiene vuelta atrás.
Comprendo que sigas en el presente; pero no es útil acompañarte, fijarnos en ti; es triste y delicado. Hay personas que ya no están; momentos inolvidables que no pueden volver a pasar; nosotr@s, ya no podemos ser aquell@s que fuimos.
En cierto sentido, es bueno tenerte; es reconfortante saber que hubo ese momento tan placentero y tan oportuno. También es ayuda para cerrar aquello que no fue nada satisfactorio ni beneficioso.
No sé nostalgia: si estás es por algo y para algo. El recuerdo de algo que se añora y no puede ya volver a darse es una situación desagradable que produce tristeza y melancolía; y el de aquello que se vivió de una manera inadecuada o nada buena produce una sensación de liberación o agrado al saberse del pasado.
Por eso, nostalgia, quiero despedirme de ti a sabiendas que no es una despedida definitiva puesto que tú puedes volver.
Aun así, sí deseo despedirme de todo aquello que ya no puede volver a mí y que me hace sufrir de una u otra manera.
Deseo estar en el presente y solo en este presente. Y aprovecharlo sin prestar mucha atención a lo que ya no está y no puede ser. Así que, nostalgia, desearía te quedaras en ese pasado que ya no es posible volver a vivir.
Rosa Mª Villalta Ballester