La voluntad es algo más que importante;
algo necesario para conseguir un ideal;
empezar de nuevo no es fracaso alguno
es, contrariamente, ganar oportunidad.
Nada bueno hay en llorar sin hacer nada
aumentando la pena, dejando bienestar;
nada se consigue si tan solo se espera,
y solo el esfuerzo derrota al malhumor.
Hay que desear de verdad hacer algo
si se siente la vida pasar de largo;
no hay mayor error que la vida dejar
por no hacer ni tampoco intento poner.
No importa no acertar y mucho errar;
pues sin errores aprendizaje no hay;
equivocarse y caer es muy probable;
levantarse es voluntario y da coraje.
Hay que buscar si algo se quiere hallar;
probando, sufriendo y disfrutando;
y no hay que responsabilizar a otro
si se experimenta un continuo fracaso;
será responsabilidad de cada cual
el manejar su día a día y continuar,
o aparcar el placer que se puede lograr.
Aprender que cada cual es como es,
que compararse es solo naufragar
que hay que aceptar las limitaciones,
y hacer de la vida un inmenso querer.
Y quererse uno mismo es empezar
el primer paso para al otro alcanzar;
y aceptar al otro sin quererlo cambiar,
pues el mayor tesoro es comprender
que el cariño sólo tiene su lugar
cuando a nadie se desea moldear.
Autora: Rosa Mª Villalta Ballester