la tristeza y el desespero.
Y aquí estoy de nuevo: vivo.
Y aquí pienso en algo nuevo.
Y también cambio mi rutina.
Y hago cosas que ni yo creía.
No ansiar sino desear lograr.
No rendirse sino intentar más.
Acortar distancias y silencios.
Silenciar quejas y lamentos.
Creí acabaría mi paciencia;
la serenidad y complacencia.
Y he comenzado a detener
la impulsividad y el egoísmo.
Y he continuado por crecer
a pesar de los años cumplidos.
Y he terminado de perder
cualquier instante ofrecido.
Y ahora vivo sin soñar
en una realidad sin igual.
Desear placer no hace mal.
Y gozar del cuerpo, es ideal.
Rosa Mª Villalta Ballester