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domingo, 7 de abril de 2019

AUN IMAGINANDO

Aunque sea por un instante, veo una vida con verdes y frondosos campos, un cielo azul con sus espumosas nubes que bajo él pasan, el agua clara bajando de las montañas con su fuerza.
Escucho las olas del mar en la orilla, la lluvia, el viento, las ramas de los árboles batirse y abriéndose al mundo.
En esta imagen, no hay ninguna mujer maltratada por su marido ni hijas ni hijos presenciando tan dura imagen. Tampoco hay refugiados rechazados ni el inicio de xenofobia que horroriza a cualquiera.
En mi pensamiento, por un instante, no hay guerras, ni hambre, ni frío, ni desolación.
Hay discusiones sí; pero no hay enfrentamiento. Cada cual puede expresar su opinión sin temor a ser señalado. Y aunque sea solo por un instante, puedo gozar de esta imagen. No mucho, desde luego. Al encender la radio, la primera noticia es la de una mujer asesinada por su esposo en presencia de sus hijos pequeños. Mi imagen se esfuma, se desvanece.

Pero no importa, aunque sea por unos instantes, vuelvo a ver esos árboles repletos de vida a los que abrazarme, esos ríos con su clara y cristalina agua, esa orilla en la que veo a los veleros  de manera serena viendo salir el amanecer al igual que yo, que saludo al sol y le doy la bienvenida escuchando en el silencio, romper las olas.
Por un momento, aunque sea por un solo instante, la libertad y la belleza de cuanto me imagino, me proporciona la fuerza suficiente para proseguir el viaje que tan difícil se hace. Abro mis brazos y abrazo al sol y a la naturaleza, verdaderos acompañantes y protagonistas.
Esos árboles que personas, ¿personas?, persiguen eliminar; pero hay algo que jamás humano alguno podrá combatir: el rey sol.
Mientras el sol diariamente nos abrace, hay vida. Y la luna, nos acompañará en la oscura noche para no perdernos en nuestro viaje constante.
Así que sí, la luna y el sol, a ellos nadie podrá detenerlos. Nadie osará a enfrentarse porque si hay algo poderoso y natural es la fuerza y la energía que el sol cada día nos da.

Contigo sol sigo mi camino. Y la luna, esa blanca y adorada compañera, me embruja mientras espero que, de nuevo, el sol me dé la energía y la luz para no perder el camino de mi vida.


Rosa Mª Villalta Ballester

1 comentario:

  1. Tenemos tanto bueno alrededor para disfrutar y nos empeñamos en destruirlo, al menos aún nos queda algo de libertad.

    Un beso dulce y dulce semana.

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