Ahora en el otoño de la vida,
tras primaveras ignoradas,
sin haber deseado el amor
sin haber sentido atracción
ni haber estado en sintonía,
con el corazón solo y vacío,
una linea continua de vida,
es cuando grita el silencio.
Aquellos años que pasaron
sin deseo ni pasión llegados
sin ese fuego que encendía
sentir dos cuerpos pegados;
sin esa sensualidad vivida
del amor que abre sus alas,
es cuando grita el silencio.
Cuando grita el silencio
se enciende aquel pasado
que línea continua dibujó;
y con curvas y pendientes
hace así hablar al corazón
que, con mirada otoñal,
llora al sentir ahora deseo.
Y cuando grita el silencio
hace a la pasión resurgir
y, aun en el otoño de la vida,
amor y sensualidad su latir.
Rosa Mª Villalta Ballester