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viernes, 2 de marzo de 2018

DIFICULTAD



Pues no, no es un sueño. Es algo que está sucediéndome en la realidad, en mi día a día.

Me sorprende muchísimo ahora cómo se me expresa que hago algo bien, que digo las cosas bien, que he de continuar, que siga, ..., ¡me siento tan sumamente extraña! Acostumbrada al calla, eso da miedo, no debes hacer eso, no digas eso, ..., ahora, ..., me siento una persona extraña, como que soy dos a la vez y no sé quién me domina o a quién debo hacer caso.

No deseo dejarme llevar por la confianza ni la emoción que siempre me han llevado al derrotero.

Confío e intento hacer caso tanto a mi madre que es la que más en orejas me pone como si tuviera siempre la razón como a los demás que me aconsejan lo contrario.

Lo que es cierto que en el presente se me presenta una oportunidad de oro, con una actividad que deseaba realizar, con personas buenísimas y con ... ganas, sí ganas de realizarlo.

Me asusto, me caigo, me entra el miedo e intento dejarlo. Alguien me coge de la mano y me aconseja que confíe en ella. Y lo hago. Porque sé que cuando hago algo mal me lo dirá y cuando sea bueno también. No sé porqué, si es destino, suerte, azar, ..., que encuentre ahora a estas personas tan maravillosas, que pueda hacer algo que ansiaba y alguien especial que me da la  mano, no deseo pensar, tan solo dejarme llevar. 

Sé que debo continuar por este camino; pero tengo pánico. Creo que mi presencia perjudica, que tan solo perjudico ... e intento dejarlo. Sin embargo, me percato que solo lo pienso yo. Y, aun así, sigo con un inmenso miedo de estropear con mi presencia.

También es cierto que, aunque es algo que me beneficia, también provoca una gran vergüenza de mí misma. Me avergüenzo de todo yo. Física y mentalmente. Eso me puede.

Mi viaje sé que ha dado un giro, que ya no he realizado una linea recta continua y sin obstáculos. Ahora he elegido. He elegido girar, variar, probar y conocer. Sola. Sí, pero cada cual está solo. Cada persona está sola consigo misma, sea quien sea y esté con quien esté. 

Cada cual se tiene a sí mismo primero y después, se tiene para otro. Sin lo primero lo segundo es un absurdo porque no eres tú, no se es uno mismo.

Aun en las buenas relaciones de pareja, aun en los buenas amistades, existe siempre una realidad y es el ser uno cada cual es.

Aun a mis 52 estoy conociéndome. No sé realmente quién soy ni cómo soy. Hasta ahora soy un reflejo de. Soy quien me han dicho que sea, cómo ser, cómo vestir, qué look utilizar, ....
¿Y yo? Realmente Rosa, ¿quién es? ¿es realmente quien es? ¿está satisfecha consigo misma?
Si no es así, Rosa, será porque realmente no has probado a ser realmente tú y ahora te da un pánico y una vergüenza inmensas; pero aunque sea tarde, todavía tienes la oportunidad  de hacerlo.

No puedes pensar en cuánto has perdido de tiempo y de vida, porque ya está. Has de pensar en aprovechar este minuto, este día, el darte a estas personas que ahora han entrado en tu vida y que no hay que dejar pasar. Dales tu mano. Escúchales. No te cierres. 
¿Crees que pueden aprender algo de ti? ¡Ojalá fuera así! ¡Me haría tan tan feliz!


Realmente no puedo negar un gran cambio positivo desde que comencé el taller de teatro. Solo me sorprende que me resultara más fácil al principio que ahora. Que me avergüence más ahora, que me de pavor ahora. Y al tiempo, me gusta, me distrae y aprendo.

Es extraño no saber qué puede o no ser bueno. Algo claro es que sólo la familia no es saludable. Un círculo vicioso no es bueno para nadie. Y confiar plenamente tampoco. ¿Cómo hacer el término medio? ¿Cómo conseguir confiar sin confiar del todo? Yo no sé. Sé que he de tener cuidado. Que ya he sufrido muchísimo por confiar. Y que todas las personas no son igual. También que la mamá desea no caiga con nadie que se aproveche como se aprovecharon quienes ya no deseo recordar. Pero también es cierto que todas las personas no están medidas con el mismo patrón.

No sé. Confiar sí. Además, el problema es que lo hago.

¿Por qué confío en quien ahora me tiende su mano? Pues no lo sé. Lo hago.
Tal vez porque siento no haber ningún trasfondo que me haga ver ninguna maldad.

¿Iré por buen camino?  ¡Al menos no me he estancado y continúo!!

Este año está siendo diferente. Y por eso comenzó todo esto. Por eso no me llevé mas que una maleta bien ligera y a mí misma.

¡Gracias al cielo si por fin he logrado cruzarme con buena gente! 

¡Gracias, a todas las personas del taller y, especialmente a quien me acogió y es mi guía, por dejarme caminar junto a vosotros!


Rosa Mª Villalta Ballester