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jueves, 31 de octubre de 2024

CATASTROFE

 





La naturaleza nos domina,

segundos que arrasan con ira,

momentos de temor y desespero,

sin marcha atrás, sin demora,

dejando total incertidumbre,

miedo, dolor, angustia, pesar,

acompañan a riadas sin igual.

 

La naturaleza sigue su camino,

la humanidad su mano puso,

el cambio climático se apodera,

las personas sin darse cuenta,

siguen sin aceptar qué les espera.

 

Seamos conscientes del cambio,

si tenemos razón y lógica,

que la naturaleza no engaña,

nos engañamos los seres humanos.

 

Personas que ayudan sin pensar,

cuya humanidad emana sin cesar,

seres que arriesgan su propia vida,

para atender a quienes peligran.

 

El mar cálido se encuentra,

las temperaturas altas nos acechan,

el deshielo es algo que ya empieza,

el agua, el mar, …, ¡invaden la  tierra!


Rosa María Villalta Ballester

COMPRENDERÁS


 Comprenderás el amanecer en su esplendor
cuando seas consciente de cuanto haces alrededor,
cuando valores que dar es no esperar a cambio,
de que el verdadedo amor es un gran don,
que se quiere sin miedo a perder algo,
que se pierde si algo de verdad se quiere.

Comprenderás que el amanecer llora y ríe,
que siempre nos sorprende y nos conmueve,
que cuanto se quiere no es lo que se tiene,
que se tiene sin saber que se quiere
y que perder es necesario para ganar.

Comprenderás que la fuerza se adquiere,
que las cosas son difíciles pero probables,
que se pierde solo al probar suerte,
que la suerte es saber cuanto se tiene,
que tener no es posesión sino dominio propio.

Comprenderás que querer no es como se quiere
sino la forma en que otra persona se siente,
aprender que ser débil no es algo perenne,
que sentirse solo siempre siempre perece,
y que las compañías van y vienen.

Comprenderás que la distancia interviene
que con ella tal vez la comunicación se adquiere,
que sin ella nada hay que dos personas lleguen,
que la incomprensión y el odio nada buene tienen.

Comprenderás que el silencio muchas veces hiere,
que palabras inadecuadas queman y duelen,
que aun sin quererlo, es posible se quiere,
y querer sin quererlo, algo vacío se adhiere.

Comprenderás que amar ni se compra ni vende,
que a nadie se puede obligar a amor prometerte,
que imponer un amor que nada se siente,
 ni es amor y mucho mucho hiere.

Comprenderás que la fuerza del amor,
surge sin saber porqué si no porqué no.

Rosa María Villalta Ballester

miércoles, 30 de octubre de 2024

UNOS INSTANTES


Hoy quieren gritar las olas,
y los oídos nos hacen llegar
que la naturaleza es ella
y nosotros vemos su estar.
Nada hay que las pare,
nada que pueda su calma dar,
la soledad y empoderamiento
deja al aire su malestar.
Brava, sin sosiego, sin parar,
cada ola a su arbitrio,
sin pensar a dónde llegar.
Así es la persona,
cada cual un ser especial,
con sus pasos sus pensares,
sentires que no se quedan atrás.
Y así son nuestros pasos,
desiguales, inciertos, pequeños y grandes.
Así son los sueños,
que se derrumban en un instante.
Así son las personas,
que pasamos en un instante.

Rosa María Villalta Ballester

 

domingo, 20 de octubre de 2024

CUANDO SALE EL SOL


Observando cómo sale el sol,
sobra toda la palabra,
el pensamiento siembra dudas,
el corazón agradece la luz al alba.
Observando la calma de su salida,
brilante como un diamante peculiar,
preguntando si el día será calma
o acompañará algún que otro nubarrón.
Observando cómo sale el sol,
el corazón late sin nada determinar,
la incertidumbre está al acecho,
las nubes acompañan su despertar.
Observando un nuevo comienzo,
no importa qué acontecerá,
sale el sol iluminando la mañana,
dejando oscuridades atrás.
Observando cómo sale el sol,
quizás creer poder alcanzar algo
sea el mejor momento a aprovechar,
respirar hondo y no mirar atrás.

Rosa María Villalta Ballester

viernes, 11 de octubre de 2024

ALGUNA RAZÓN




He querido y quiero un comienzo,

un final del inevitable sufrimiento.

Un descanso que haga de freno,

que deje sonrisas y mire al cielo.

Una oportunidad para sosiego,

una mirada hacia algo pasajero.

Un bienestar aunque incierto,

una sonrisa que abra el silencio.

Un dilema para pensar de nuevo,

un sentir la vida no solo existiendo.

Quizás una venda sea el precio

de ser solo un ser envejeciendo.

Quizás el miedo ha ido midiendo

los pasos no dados en el momento.

Quizás haya un mínimo resquicio

de interés por hacer en el tiempo.

He querido y quiero una razón

que me una en algo al universo.


Autora: Rosa María Villalta Ballester

domingo, 22 de septiembre de 2024

OTRO COMIENZO





Cuando la familia de sangre, la que se tiene por haber tenido de unos mismos padres son personas que dañan y hacer sentir temor e inseguridad, cuando el tiempo demuestra que es mejor una distancia inmensa que mejor nunca acortar, cuando la llamada familia ahoga, desprecia, humilla y están a una falta absoluta de humildad de manera que se creen en posesión de una verdad muy lejana, te hacen dudar hasta de tu propio razonar, ..., esa familia .... ésa ... mejor dejarla atrás.

Empezar de nuevo sin esa llamada familia, empezar de cero junto a otra que, sin tener lazo ni parentesco alguno, te hacen respirar, simplemente respirar, amanecer un nuevo día porque la otra llamada "familia", esos que se llaman "hermanos" te hacen sentir peor que a una rata, que no saben si estás viva o muerta, que les da igual dónde y cómo estés, ... ésos llamados hermanos, no merecen mas que la ignorancia y la distancia y que alguien les haga ver la ausencia de humildad que existe en ellos y sus errores.

Empezar de nuevo sin haberlo previsto, empezar de nuevo sabiendo que tu  verdadera familia te dicen que no te quieren ver, sabiendo que el momento más duro de tu vida no te dejan respirar, ésa ... ésa ni es familia ni es nada.

Empezar de nuevo con personas que no son familia de sangre pero que son auténticos ángeles y que hacen que vuelvas a despertar, esos ángeles que no permiten que para mí la vida tenga un final, que me admiten como soy sin cuestionarme, sin ponerme etiquetas, cosa que he tenido con la llamada familia real, personas con quien razonas, preguntas si tan mala persona soy como me hace sentir mi familia real, personas que están y me recogen cuando caes y no tienes fuerzas ni para poder decir "por favor", personas que dan sin esperar nada a cambio, ésos ángeles que me han escuchado y han confiado en mi, ésa es mi verdadera familia.

Me cuestiono si tan mala persona soy, sin tan mal razono, si tan mal interpreto las cosas, si personas que trabajan día a día conmigo que no son pocas, también razonan mal y no tienen lógica.

Ahora, hoy, me doy cuenta que la familia real, la de sangre, es aquella con la que tengo verdaderamente que distanciarme, de separarme para siempre, de alejarme y de no volver ni a escuchar. Son personas que se creen en el poder de la verdad, que creen que tienen razón sin cuestionarse nada, que me han hecho sufrir lo que nadie me hubiera hecho sufrir sin razón ni lógica alguna.

Me pregunto que Mª Dolores, Alicia, Inmaculada, Elena, también son personas que no razonan y también se equivocan. Me pregunto como mi familia real me intenta amedrentar qué esperan de mí si cuanto hacen es dejar a sus familias para ayudarme en un momento crítico en que mi verdadera familia me humilla y me abandona.

Me pregunto si los médicos se equivocan también tras comprobar con pruebas reales y decir la verdad, la VERDAD, si soy responsable de algo y si realmente me merezco el trato de esas dos personas que para mí ya son pasado.

Ahora, hoy, es momento de dejar atrás REALMENTE a esas personas que tanto daño han hecho, que no son humildes y que se creen en el poder de la verdad.  Ahora es momento de empezar un nuevo camino SIN ELLOS, sin tenerlos, que son realmente quienes me dañan y quienes ni razonan ni hacen nada a cambio de algo.

Ahora, hoy, ahogada en mi propia angustia, en el dolor y en días de pasarlo más que mal, deseando ponerme delante del tren y acabar con mi vida, ahora que mis ángeles están más que esforzándose por mi vida, cosa que mi familia real ignora, voy a intentar empezar una nueva vida, una vida con personas sociables, que razonan, que me dicen qué está bien y no y no con aquellas en las que me hacen creer que estoy mal de la cabeza y estoy desequilibrada.

Gracias a los médicos que han visto la auténtica falta de razonamiento y cordura de quienes me han hecho tanto tanto daño y a mi psicóloga Laura que, aunque le expresé cosas demasiado fuertes que no siento y le dije en un momento de mis momentos duros y traspasé límites que no son propios de mí, me hacen comprender el error de las personas que me han hecho sentir peor que una rata.

Hoy no importa que haya sol, el sol lo son todas las personas que me hacen razonar e impiden que diga y obre de manera inoportuna. Si hay algo que soy es transparente, demasiado transparente. Y animo a quien pase por una situación similar que lo sea. Hay cosas que no pueden permitirse y que aunque sean asuntos familiares, si esa familia no te protege ni quiere saber de ti, hay que saber pedir ayuda.

Miento si digo que estoy bien. La necesidad de ir al metro y ponerme bajo un tren es demasiado intensa; pero también sé y me pongo en el lugar de esas personas que en pleno agosto han hecho hueco en sus familias y se han dedicado de corazón a que eso no ocurra.

Es no duro, durísimo. Tengo pánico, mucho pánico. Echo de menos realmente a mi madre, a ella sí la echo de menos pues tras su pérdida, esto se ha convertido en un auténtico infierno.

Está claro que han esperado tu marcha para hacerme el daño que siento y del que se sienten más que satisfechos.

Y, como tú me enseñaste, no voy a montar ningún cirio como hace tu otra hija. Les dejo.

Mejor distancia, mucha, muchísima distancia. No soy nadie para juzgar a nadie. Solo me alejo muchísimo de quien es dañino para mí.

Rosa María Villalta Ballester

sábado, 14 de septiembre de 2024

ERROR


 Cruzar, decidirse, ... algo que hay que realizar.

¡Cuán difícil es tener el valor de pasar de un lado a otro cuando la inseguridad invade!

Y la vida es eso, dificultad, aunque en ocasiones existan momentos bonitos, que hay que aprovechar al máximo.

El vértigo que existe para dar el primer paso sabiendo que hay que darlo si se quiere sosiego y continuar.

Y existe el momento en el que o te mueves y cruzas o te quedas y estancas, aun sabiendo que cruzar tambien suponga más dificultad.

Tras momentos de estancamiento y aun sin ver el motivo por el cual comenzar a pasar, aun existiendo oscuridad, desasosiego y desconcierto, tal vez sea mejor que quedarse sin paso dar.

No sabemos qué hay tras cruzar el puente, no sabemos si será mejor o no cruzar; lo que sí sabemos es el momento de ahora, el que nos denota que sin hacer nada más, más oscuridad.

Quizás sea un error intentar cruzar y también lo sea quedarse sin nada intentar.

Rosa Mª Villalta Ballester