En un instante concreto,
el aire acaricia el deseo,
sin palabras, en silencio,
sin prisas, con sosiego,
susurrando y sintiendo,
dejando libre movimiento.
¡Intenso ardor y fuego!
Instante ... el silencio.
Rosa Mª Villalta Ballester
Lo más sencillo y cómodo cuando algo malo nos sucede o nos encontramos mal es responsabilizar a otros de nuestro mal. Asumiendo responsabilidad nos acerca al duro y verídico encuentro de nuestros actos y nuestras consecuencias correspondientes. Cada cual es responsable de cuanto hace, de cuanto decide hacer o dejar de hacer.
En un instante concreto,
el aire acaricia el deseo,
sin palabras, en silencio,
sin prisas, con sosiego,
susurrando y sintiendo,
dejando libre movimiento.
¡Intenso ardor y fuego!
Instante ... el silencio.
Rosa Mª Villalta Ballester
Ponerse metas quizás sea bueno, o no. Creo más oportuno ponerse, en este mismo instante, a realizar, a aprovechar, a vivir. ¿El qué? Lo que realmente se necesita en el ahora. Respirar. Hacer cosas aunque sin ganas, como ir a trabajar; sentir incomodidad, placer, deseo, interés, desolación, dolor, ausencia ...
Quizás, sea bueno, cada noche, antes de acabar el día, reflexionar si se ha aprovechado, si se ha cambiado, si ha existido un antes y un después, a mal o a bien. Eso es lo que realmente importa: qué cosas podemos o no cambiar, cómo se puede reaccionar ante la dificultad, el desánimo, la rutina. Quizás la rutina se haya aposentado tan bien que no nos demos ni cuenta. O la hagamos porque no vemos más allá de ella.
Muchas veces, las más, intentar un cambio, desear algo, resulta tan inimaginable que lo desechamos sin más. Y tal vez ese cambio nos lleve a otro y a otro ... pero ¿cómo empezar? Y otras, puede suceder que ocurra esa transformación sin una previa necesidad.
Nuestra historia personal, en realidad, ¿es destino? ¿es casualidad? ¿es causalidad?¿decisión propia o ajena? Tenemos unas raíces, un crecimiento, unas vivencias familiares y sociales cambiantes, cambiables. Y no se pueden ignorar; pero tampoco hay que continuar firmes en ellas.
Quizás sea posible crear otras raíces personales que permitan otro azar, otras posibilidades.
Lo que es real es que, para hacer posible cualquier cambio, por mínimo que sea, el pilar base es la voluntad, es querer. Y ese querer da lo mismo el día 1 de enero que el 7 de febrero que el 9 de abril. Cualquier día, cualquier momento presente, es idea.
Rosa Mª Villalta Ballester
Invisible el deseo que roza la piel
cada parte del cuerpo grita su sed.
El roce de los dedos suena a fuego
y el cuerpo un volcán muy intenso.
Y ruge a golpe excitación sin freno
y cabalga hacia el éxtasis de lleno.
Se siente la vida … el cuerpo ….
dejándose llevar … al placer pleno.
Rosa Mª Villalta Ballester
Esperando las campanadas
entre nostalgia y excitación
ante realidades deseadas
pensadas con gran ilusión
con metas ya bien logradas
en otras para poner acción.
Esperando las campanadas
recurre el deseo de liberación
de vivir las horas halladas
y alcanzar esa superación
dejando fantasías olvidadas
abrazando la vida con pasión.
Y notar cómo el cuerpo habla.
Y dejar al placer su animación.
Rosa Mª Villalta Ballester
Aunque el tiempo no sea favorable,
aunque crezcan las adversidades,
aunque las mentiras sean realidades,
aunque la soledad no sea agradable,
aunque lluevan las necesidades,
aunque la confianza sea adorable ,
… aunque quizás mañana sea tarde,
Aunque la empatía sea aconsejable,
aunque el temor selle oportunidades,
aunque el error continúe estable,
aunque se perdone lo imperdonable,
aunque quiebren las desigualdades,
aunque todo y nada sea limitable,
… aunque quizás intentar no falle,
Aunque tu alrededor sea envidiable,
aunque trabajo y salud, felicidades,
aunque el ser humano sea sociable,
aunque los sueños, posibilidades,
aunque la esperanza sea inagotable,
… aunque quizás hoy no acabe,
El tiempo siempre sin retraso pasando,
y es la vida la que algún día nos deja.
Y así, el tiempo su paso continuando,
sin excepciones, sin aunques ni quejas,
… y ahora, con el corazón palpitando ,
levanto la copa y mi felicitación refleja.
Rosa Mª Villalta Ballester