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sábado, 12 de octubre de 2019

EL INCESANTE GRITO




(imagen de mi autoría)


¿Cómo alejar el ruido ensordecedor del miedo, de la angustia? ¿Cómo atrapar esos rayos de luz que dan energía, que provocan chispa?¡Cuánto deseo poder manejar la ira y la rabia generadas por algo que no provoco! 

En este espinoso camino por la vida, en este asumir la responsabilidad de cualquier decisión o actuación realizada, son demasiadas mis paradas, ausente de cuanto en ella acontece.
Pierdo el rumbo, la orientación, la fuerza, el deseo, hasta el pensar; me domina una fuerza incontrolable destructiva hacia mí misma. Siento estar en un laberinto sin sentido, que no lleva a nada.

Y aun así, levanto la cabeza, miro al frente y continúo. Estoy en el presente.
Caminar, caminar, continuar. No perder el rumbo del motivo por el que inicié este viaje, este asumir la responsabilidad.
Son muchas las circunstancias ajenas a mi voluntad que no soy capaz de gestionar, que me provocan desespero.

Grito al viento, a la noche, al cielo, al infinito. Grito desde el más interno fondo de mi ser, como algo que desde allá quisiera salir. Me grito y mi interior no sonríe, se asusta de esa voz que le desarma, que le provoca caos, que se asusta del instante presente y se paraliza.

Y asumiendo responsabilidad grita a ese ser que no cese en el intento. Que no hay peor herida que curar que la rebeldía a continuar. Que ya hubo demasiadas etapas de la vida cuyas heridas ya no tienen cura, pues aquellos momentos que se pierden y no se viven, no tienen vuelta atrás.

Ahora asumiendo responsabilidad tiembla, sí, es como un terremoto en el que existen movimientos intensos; y que existe un inmenso desorden, caos, miedo; y que es posible esperar, quedarse quieta; pero todo temblor acaba. Y hay que actuar tras él. De nada sirve esperar y esperar, lamentarse y no hacer nada. Poder se puede. Es fácil quejarse y nada hacer; pero las consecuencias son nefastas. 

Duele y enfurece sentir que la vida es una constante rebeldía que hay que lidiar. Y el miedo paraliza. Y la tristeza y el dolor no ayudan sino a meterse en un bucle del cual no salir.

Y es muy difícil salir del círculo vicioso, cuando se aleja la esperanza, el desorden, la inapetencia y sobre todo el deseo. Y no existe mayor mal que estancarse y más aún desear no vivir.

Y he gritado al deseo, le he clamado, le he rogado que me acompañe, que me acaricie, que me roce. Y he imaginado cómo sería una vida en el bienestar, en la serenidad.
La imagino y posiblemente la sueño; pero tras esa imaginación o sueño, la realidad vuelve a golpearme.


Rosa Mª Villalta Ballester





domingo, 6 de octubre de 2019

PERDIDA AUSENCIA




(imagen de la red)

Vida perdida, desestimada;
ausencia de algo que pasará;
tristeza con sangre en sus venas;
desnudez que marca sinceridad.

Deseo muerto e inacabado;
luces apagadas en la oscuridad;
sensualidad abrumadora herida;
placer que ni llegó ni llegará.

Días de fuego y de tormenta;
caricias que ni se estrenaron;
y con furia e ira acumulada,
orgasmo que despierta locura.

Embriaguez del cuerpo atado,
su libertad suelta todo pasado;
y cada vello ahora erizado,
esos pezones duros irritados,
esa vagina tan llena de vida,
mandan, ni siquiera escuchan,
ausentes en esa perdida vida.


Rosa Mª Villalta Ballester


sábado, 5 de octubre de 2019

NECESIDAD Y PÉRDIDA




Extraña sensación de necesidad y pérdida.
Esa piel que se enciende y roce espera.
Esos labios que otros labios pegados desean.
Ese cuerpo que, ardiente, la mente deja.
Ese deseo, esa pasión, que tanto libera.
Ese momento que, olvidado, su presencia.

Y, lejos de olvidar, más necesidad llega.
Y, cerca de sanar, el cuerpo clama presencia.
Y el pensamiento, su paso le bloquea.

Surge el interrogante de cómo a él llegar,
cómo dejar que el cuerpo su mano tomar,
cómo hacer del bloqueo placer y olvidar,
cómo dejar libre la mente y fantasear,
cómo con suaves caricias, volar y volar.

Con las alas abiertas, deseando volar.
Tal vez, en el vuelo, sensación liberadora;
mas quizás, no sea el momento esperado;
El cuerpo grita ese orgasmo no logrado.
Gritar a ese pensar que bloquea su paso.

Rosa Mª Villalta Ballester


jueves, 26 de septiembre de 2019

BLOQUEO







Cuando ahoga el silencio,
cuando grita la oscuridad;
cuando calla la esperanza
y conecta la incertidumbre,
cuando inunda la tristeza,
persiste clara inseguridad,
aparece agobiante miedo
y abraza la angustia vital,
difícil salida del laberinto
con la soledad compañera,
sin conocer amor ni pasión
rozando espinas de dolor.
Sin llegar a ningún sitio,
sin hallar camino alguno,
con tomentas, sin calma,
ya con la batalla vencida,
desinterés por nuevo día.

Rosa Mª Villalta Ballester.

domingo, 15 de septiembre de 2019

CUANDO GRITA EL SILENCIO








Ahora en el otoño de la vida,
tras primaveras ignoradas,
sin haber deseado el amor
sin haber sentido atracción
ni haber estado en sintonía,
con el corazón solo y vacío,
una linea continua de vida,
es cuando grita el silencio.

Aquellos años que pasaron
sin deseo ni pasión llegados
sin ese fuego que encendía
sentir dos cuerpos pegados;
sin esa sensualidad vivida
del amor que abre sus alas,
es cuando grita el silencio.

Cuando grita el silencio
se enciende aquel pasado
que línea continua dibujó;
y con curvas y pendientes
hace así hablar al corazón
que, con mirada otoñal,
llora al sentir ahora deseo.

Y cuando grita el silencio
hace a la pasión resurgir
y, aun en el otoño de la vida,
amor y sensualidad su latir.

Rosa Mª Villalta Ballester


sábado, 14 de septiembre de 2019

ESENCIAL







Negó con sus hechos y con el pensar
y dejó que la vida pasara sin más.
Ahora los años han dejado sus días,
sus ningún deseos y su apagada vida;
aquellos días de imposible esperanza
rompen el silencio de la oscuridad.
Y ahora desea aquello que no probó,
y prueba y el placer es su esencia
y ahora es su encontrar apasionado

hallando en su cuerpo lo no buscado.


Rosa Mª Villalta Ballester

viernes, 13 de septiembre de 2019

CONJUNCION





Línea contínua que el tiempo no detiene;
círculo vicioso del que no se puede salir;
triángulo equilátero que no se rompe
y esos problemas que solo se saben leer.
Quizás un libro con página en blanco,
espere ser escrito con prosa de interés;
o por versos de un amor inexistente,
o de reflexiones que ayuda proporcionen.
O el árbol cuyas fuertes raíces mantienen,
o el paisaje de un monte donde perderse
o el horizonte que en el mar puede verse.
Cielo infinito cuya luna y sol conviven
allá donde se mira más allá de las nubes,
planeta donde la humanidad derrumba
conjunto que acompaña a toda una vida.



Rosa Mª Villalta Ballester